Interior
Obras de infraestructura hídrica

Por primera vez en la historia, el Gobierno lleva agua potable al Impenetrable

Cuando concluya la obra, los vecinos de Nueva Pompeya, Wichí y El Sauzal, y pobladores de zonas rurales, tendrán agua potable de fuente segura.

El Gobierno llevará por primera vez en la historia agua potable por red en forma continua al Impenetrable, Chaco, con lo cual generará un cambio trascendental en la forma de vida de un importante sector de la población de esa zona en situación de vulnerabilidad social, conformada mayoritariamente por habitantes de pueblos originarios.

Este jueves por la mañana, el presidente Mauricio Macri viajó a la región para supervisar la marcha de las obras de infraestructura hídrica y sobrevolará la zona de tendido del acueducto, acompañado por el gobernador de la Provincia, Domingo Peppo. Luego, visitará la planta potabilizadora de Misión Nueva Pompeya, junto al intendente local Vicente González.

Cuando concluya esta obra, los vecinos de Nueva Pompeya, Wichí y El Sauzal, así como pobladores de zonas rurales, tendrán agua potable de fuente segura, calidad y en cantidad todos los días, las 24 horas.

De esta manera, generará un cambio trascendental e histórico en la calidad de vida de los pobladores de las localidades del Impenetrable Chaqueño, que históricamente han estado afectadas por problemas de falta de agua potable, cortes del suministro y entregas reducidas.

El plan

El proyecto, que demandará una inversión del Gobierno de más de 752 millones de pesos, beneficiará en una primera etapa a 16.500 habitantes, de los cuales el 70 por ciento corresponden principalmente a los pueblos originarios Wichí y Qom.

De todos modos, se estima que una vez que se completen todas las obras de suministro, alrededor de 42 mil habitantes se verán beneficiados con el cumplimiento de una demanda que lleva décadas y que consecuentemente ayudará a resolver una cuestión sanitaria.

Hasta ahora, el sistema de abastecimiento sólo permite un suministro de tres horas diarias en las zonas urbanas, en tanto que las zonas rurales reciben agua sólo a través de camiones.

La población dispersa gasta aproximadamente seis horas diarias para lograr su propia provisión de agua a través del acarreo manual, el cual involucra principalmente a mujeres y niños.

En esas localidades la fuente es el Río Bermejito, que presenta turbiedad y un alto contenido de sales.

En el caso de Fuerte Esperanza, el agua proviene de napas, extraída por perforaciones, con elevados índices de salinidad y un alto contenido de arsénico. Además, la capacidad de este acuífero es limitada y en época estival debe reducirse la prestación.

La mayoría de la población dispersa se abastece de aljibes propios junto a sus viviendas cargados con agua de lluvia, pero dadas las características climáticas de la zona, frecuentemente los depósitos se agotan. Entonces recurren al acarreo en aguadas naturales, altamente contaminadas por compartir el recurso con animales domésticos, de cría y salvajes.

El proyecto en ejecución comprende las etapas de captación, tratamiento, transporte y distribución.

La captación se realizará sobre el río Bermejo, a la altura de El Pintado; una estación de bombeo impulsará el agua cruda por un acueducto de 34 km hasta Wichi y Nueva Pompeya.

En estos puntos se realizará la potabilización del agua en sendas plantas construidas, las cuales contarán de cisternas y depósitos elevados que aportarán el agua a las redes de distribución.

Una parte del agua tratada en Wichi será impulsada hasta El Sauzal mediante un ducto de 21 km de longitud, que también tendrá una cisterna y un depósito elevado.

Finalmente, desde Nueva Pompeya se proveerá de agua potable a la localidad de Fuerte Esperanza.

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