El jefe comunal había afirmado en La Radio de Julio Wajcman que “… cuando el actual gobernador era presidente del Instituto de Viviendas (…) yo le pedí viviendas para los pueblos originarios (…) Entonces él me sugirió este señor que apareció en Roca, José Hipperdinger”. Sin embargo, Peppo -en un breve y contundente mensaje de texto dirigido al Centro Mandela- desmintió al intendente de Roca. “Nunca recomendé a esa empresa”, afirmó el gobernador.

El desmentido del gobernador se produjo el pasado lunes 17 de diciembre, 2 horas y 49 minutos después de que leyera el documento que el Centro Mandela difundió sobre las presuntas irregularidades que se cometieron en Presidencia Roca en la ejecución de los programas de construcción de viviendas populares y mejoramientos habitacionales destinados a personas de escasos recursos, especialmente, a comunidades indígenas. Esto demostró no sólo que Batalla faltó a la verdad, sino que el gobernador tuvo reflejos para tomar posición y resolver políticamente algunas complicaciones que nacen en su propio partido político y desde intendentes supuestamente amigos, aunque parte de la opinión pública mantiene sus dudas y espera más gestos del Gobierno.

Batallón en acción

El jefe comunal había afirmado que cuando Peppo era presidente del Instituto Provincial de Desarrollo Urbano y Vivienda (IPDUV) le había “sugerido” el nombre de José Hipperdinger para construir las viviendas populares destinadas a comunidades aborígenes.

Ahora, la aclaración de Batalla tropieza con el propio audio del intendente que afirmó lo que ahora niega haber dicho cuando Julio Wajcman le preguntó en La radio “¿cómo llegó José Hipperdinger a la vida de Roca?”.

Marcelo Batalla es secretario de Desarrollo Social de la Municipalidad de Roca e hijo de la pareja que conforman el intendente y su esposa Dora Ruchinsky de Batalla, que a su vez es vicepresidente primero del Concejo Deliberante y directora de Jornada Completa del Jardín de Infantes N° 94.

El interesado, Marcelo Batalla, publicó en su red social que su padre afirmó que “en ningún momento involucré al gobernador Domingo Peppo, todo lo contrario, aclaré perfectamente que siendo Presidente del Instituto, el Gobernador ordenó a sus funcionarios atender las necesidad de Viviendas en Pcia. Roca y ello se materializo con las obras que se ejecutaron, Peppo jamás me pidió que alguna empresa en particular se encargaran de la ejecución de las obras”. Sin embargo, el intendente había afirmado lo contrario cuando fue entrevistado por Julio Wajcman.

Por medio de un comunicado de prensa, que el viernes pasado fue difundido por el diario Norte y que se reprodujo en redes sociales, el Intendente sostuvo que la empresa JOA S.H., de la familia José Hipperdinger, construyó todas las viviendas en Roca. Es notable la diferencia respecto a lo ocurrido en Villa Río Bermejito y Castelli, según lo que ya está probado en la causa Lavado III.

La pretensión de Batalla es que Hipperdinger en Roca habría cumplido con todos los contratos y que si no construyó más viviendas es porque no le giraron más fondos desde el gobierno nacional. El intendente parece que olvidó que el exitoso constructor está preso, procesado por “asociación ilícita en calidad de jefe u organizador, negociaciones incompatibles con la función pública, incumplimiento de deberes de funcionario público, malversación de caudales públicos, lavado de activos agravado por habitualidad y ser miembro de una banda y funcionario público, todo ello en calidad de coautor”.

Espejismos sin agua

Durante la gestión del intendente Batalla la obra pública no se agota en el escándalo de las viviendas. Las presuntas irregularidades alcanzan también a la construcción de lo que en el pueblo denominan “espejismos de agua”.

La Municipalidad de Presidencia Roca suscribió el 24 de junio de 2014 un Convenio con la Secretaria de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Jefatura de Gabinete de Ministros de la Nación a los fines de que se construyan Reservorios de Aguas Multipropósito, mediante el cual se debían ejecutar nueve represas para cosechar agua que se debía destinar a la producción agropecuaria.

Al momento de firmarse el Convenio el titular de la Secretaría era Omar Judis, procesado en la causa de la UNCAUS. Este Acuerdo autorizó un financiamiento con fondos nacionales de 4.900.000 pesos. A un dólar a 8.48 pesos el monto asignado fue de 577.830 dólares, que actualizado significa un total de 22.246.462 de pesos.

Sin embargo, el Centro Mandela no encontró ningún reservorio que respondiera a las condiciones fijadas en el Convenio, para la construcción de nueve represas que debían ser ejecutadas en superficies predeterminadas en metros cuadrados, profundidad e instalación del tejido perimetral, en cada caso. Solamente se encontraron inicios de trabajos para la construcción de algunos reservorios. Es más, según manifestaciones de allegados al intendente Batalla, se habrían fotografiado al reservorio de agua del Establecimiento Don Panos para rendir cuenta de los fondos enviados por Nación.

En definitiva, a las presuntas irregularidades que son investigadas en materia de manejo de fondos nacionales para la construcción de viviendas populares, mejoramientos habitacionales, pavimento e instalación de adoquines baratos, se agrega ahora otro posible fraude en la administración y destino de los recursos federales que envió Nación para la ejecución de reservorios o represas para cosechar agua. Este sería el panorama casi completo para que la Justicia Federal avance en la investigación que muchos sectores sociales de Roca aspiran a que se concrete a los fines de que se determine a los posibles autores y responsables de un penoso festival que habría beneficiado a pocos.