Patoteo sindical de la UPCP y marcha atrás del oficialismo
Los chaqueños ya se encuentran familiarizados con las prácticas que llevan adelante los diferentes sindicatos estatales y municipales para ejercer presión a la patronal y lograr el efectivo cumplimiento de sus reclamos. Nuevamente esta semana quedó demostrado el peso y poder que tienen los gremios y sus dirigentes, que por medio de manifestaciones y huelgas dejan paralizados los sistemas estatales de salud, educación y atención que con el correr de las horas se convierten en un veneno letal para cualquier gestión.
Y vaya que si esto no quedó claro, que el oficialismo en la Cámara de Diputados se vio obligado a suspender el tratamiento y prácticamente mandar a archivo al proyecto de ley enviado por el Ejecutivo provincial para realizar cambios en la Dirección Provincial del Trabajo que atentaban contra las habituales prácticas nefastas que semana tras semana utiliza UPCP. Sin otra salida, el gobernador Domingo Peppo tuvo que ordenar marcha atrás con esta herramienta que serviría para ponerle un freno a los paros desmedidos que provocan un caos en el sistema de salud, pasando a ser un esclavo del apriete y actitud demagógica de José Niz y sus laderos que se aprovechan de su posición para sacar provecho personal en nombre de la necesidad de miles de empleados estatales que están afiliados.
¿Hasta cuándo continuarán estas maniobras nefastas de dirigentes que se quieren perpetuar en el poder sindical para manipular los destinos de la política chaqueña? Queda claro que las metodologías de presión de Jacinto Amaro Sampayo ya pasaron a ser parte de la escuela y del manual del sindicalismo chaqueño. Es evidente que a José Niz le queda claro que la única manera de luchar por los derechos de los trabajadores es dejando sin atención médica a miles de chaqueños, a sabiendas de que ante la mínima presión o corte de calle, el Gobierno de turno cede y logra su cometido.
Miles de chaqueños ya se encuentran hartos de estas metodologías y no encuentran explicación a la marcha atrás del oficialismo para instrumentar una legislación que termine con las huelgas desmedidas y que paralizan la provincia. Es por esto que el gobernador Peppo tendría que tomar la decisión política para que de una vez por todas se deje de transar con los gremios extorsivos y se piense en el común de la gente, que son ni nada más ni nada menos que los que lo votaron para que conduzca los destinos de la provincia.
Pero nobleza obliga, solo hay que esperar a la semana que viene para que nuevamente la UPCP o el gremio que sea, plantee un reclamo que sirva de excusa para poder salir a las calles, movilizarse y dejar sin atención hospitales, centros de salud, registro civiles y escuelas para saciar el apetito de protesta que ya se convirtió en una verdadera adicción de algunos irresponsables sindicalistas chaqueños.
