Los que realmente deseamos vivir en democracia, muchas veces nos dejamos llevar por nuestros sentimientos, impulsos, visiones, pero cuando vamos a la Constitución, en este caso la Carta Magna de nuestra provincia, vemos que nuestros deseos no se pueden concretar. Allí, más allá de las interpretaciones, están definidas otras reglas que no son las que sentimos. El ciudadano se encuentra con el dirigente político que se debe al pueblo.

A estas reglas hay que cumplirlas. La democracia es así, tenemos que asumirla y fortalecerla con sus virtudes y defectos. Por eso hoy, estimo necesario aclarar mi postura sobre la posible intervención de Juan José Castelli. Como diputado mi deber es, ante todo, respetar el texto de la Constitución que establece dos causales específicas y taxativas para la intervención de un municipio. Estas son: subversión del régimen municipal, y acefalía total y definitiva.

Como siempre hacemos con mi equipo de trabajo, he consultado a especialistas y referentes en lo jurídico, entendiendo que ninguna de las dos causales se configura, por lo tanto, comprendo que solicitar en este momento la intervención de este municipio será ante todo inconstitucional.

Lo repito: este es mi deber y actuaré de acuerdo al mismo, y no en contra de la Constitución de la Provincia del Chaco. Sí, desde ya, dejo constancia de mi total desaprobación hacia los hechos ocurridos en Castelli, principalmente a la presión ejercida por el intendente Alberto Nievas frente a los concejales, sentándose para observar cómo votaba cada uno su posible quita de inmunidad. La Justicia, a quien apoyo y acompaño, deberá resolver su situación.

El cambio de mi postura no obedece más que a acatar lo que la Constitución determina, más allá que dichos concejales hayan actuado bajo presión o no, estableciendo no quitarle la inmunidad de arresto al intendente. Siempre fiel a nuestra Carta Magna, siempre fiel a la democracia y mi provincia del Chaco.