Nueva visita presidencial sin anuncios y para la tribuna
Es la tercera vez que el presidente Mauricio Macri visitas la provincia del Chaco durante su mandato. Tal como sucedió a mediados de marzo y a principios de octubre, no hubo anuncios significantes de obras a realizar y ni siquiera el mandatario nacional adelantó posibles medidas que permitan sacar al Chaco del pozo en el que se encuentra hace más de un año.
Esta vez el escenario elegido por el presidente fue El Impenetrable chaqueño, un lugar no muy elegido por mandatarios nacionales para visitar y una zona caliente donde las necesidades y las injusticias están a la orden del día. Cuando los chaqueños leyeron en las noticias que Macri visitaría Nueva Pompeya para recorrer las obras del Acueducto Sauzal, Wichí y Pompeya, se imaginaron que vendría con una batería de anuncios, entre lo que se encontraría la extensión de la red de ductos para abastecer de agua potable a más zonas del norte chaqueño, o por lo menos, la reactivación de las obras de pavimento como los de la ruta Juana Azurduy, que facilitaría la conectividad vial con esta tan alejada zona chaqueña.
Nada de esto sucedió. La recorrida fue una nueva puesta en escena en donde Macri se paseó con sus referentes locales solo para las cámaras y para dejar en claro que el gobernador Domingo Peppo tendrá que seguir arrastrándose para que de una vez por todas lleguen a la provincia los tan necesitados fondos nacionales. Nuevamente estos anuncios no llegaron y el mandatario chaqueño, con su mejor cara de pan, tuvo que acompañar al ex jefe de Gobierno de Buenos Aires que si bien fue recibido con risas y aplausos, de a poco colma las expectativas de los chaqueños que realmente pensaron que se iba a generar un cambio.
¿Y los números del INDEC?
En la última semana también se conocieron los resultados de las mediciones del INDEC en donde se registró una suba de los índices de desempleo en el Gran Resistencia. En comparación al mismo trimestre de 2015, la desocupación pasó del 1,5 al 3,3% en el área metropolitana y quedó muy alejada del 40% de desocupación que Aída Ayala y Ángel Rozas pretendieron instalar en campaña para hostigar a Jorge Capitanich.
Desde el entorno del intendente capitalino rápidamente salieron a criticar a la oposición que durante años pusieron en duda los métodos de medición utilizados por el INDEC, agregando que evidentemente no estaban muy equivocados, ya que no se vio reflejado ese 40% del que tanto hablaban.
