Por otra parte, tras la suspensión del partido entre la albiceleste y la verdeamarelha por falta de luz, la Asociación del Futbol Argentino (AFA) y la Confederación Brasileña acordaron que el partido se juegue en fecha a confirmar, según publicó la Conmebol en su sitio web.

El Superclásico de las Américas, que debía jugarse en el «Centenario» era la revancha del partido que disputaron ambas selecciones hace más de dos semanas, en Brasil, y que terminó en victoria para los locales por 2 a 1.

Según fuentes de la organización, el «partido que no pudo ser» tuvo un costo total de cinco millones de pesos, en concepto de cachet para los seleccionados, chárters para el traslado de las delegaciones, seguridad, publicidad para la promoción del encuentro, alojamiento y comida para unas 130 personas (entre las delegaciones y los periodistas invitados), más el asesoramiento que brindó la empresa que se encarga de la comercialización de los amistosos en el exterior.

La idea es volver

Por otra parte el empresario Guillermo Toffoni, quien estuvo a cargo de la organización del “Superclásico de las Américas”, manifestó -sin embargo- que “sería injusto” no regresar a la provincia con algún espectáculo.

Además el titular de «World Eleven», empresa que organiza los eventos de la Selección reconoció que nunca se pensó en que el partido se jugara el jueves.

«Nunca pensamos en jugar el partido hoy (por el jueves), era algo imposible», enfatizó.

Toffoni admitió que la falta de luz en el estadio Centenario de Chaco se debió al incendio de uno de los generadores eléctricos del estadio.

“Lo que pasó en Chaco fue que falló la luz donde uno de los generadores eléctricos se prendió fuego», detalló.

Respecto a los jugadores, el empresario reconoció que ellos mostraron siempre una buen predisposición.

«Los jugadores tuvieron la mejor voluntad pero no se pudo jugar», insistió.

Sobre el público que estuvo presente en el estadio, Toffoni dijo que “la gente se lo tomó con calma, eso fue beneficioso», aunque “fue lamentable lo que pasó».