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Los números del PJ se vienen abajo en Resistencia y aumenta la tensión

Gustavo Martínez se despachó con algo que tenía guardado hace años y que muchos peronistas sienten. (Dibujo: NOVA)

Desde hace más de 10 años que no existía tanta tensión en el peronismo de Resistencia. A pesar de haber tenido resultados parecidos en algún que otro acto eleccionario, no es común que la dirigencia capitalina del oficialismo pierda la cordura y exteriorice sus debilidades por medio de la prensa. Con los resultados re contra confirmados y luego de varios días, el caudillo resistenciano Gustavo Martínez salió al cruce del Frente Grande y prácticamente lo responsabilizó por la mala performance en Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias del 13 de agosto.

De a poco la estrategia frentista que muchas veces dio excelentes resultados a nivel provincial se vino abajo en la ciudad capital. Desde los inicios del Frente Chaco Merece Más la apertura multipartidista que propuso Jorge Capitanich nunca fue del agrado de los peronistas de cepa que aseguraban que las incipientes fuerzas políticas aliadas y las tradicionales minorías políticas no aportaban demasiados votos como para darles el protagonismo que el gobernador le dio durante sus ocho años de mandato. Si bien con Domingo Peppo se achicó la cantidad de funcionarios frentistas, parece que tras los malos resultados en Resistencia saltó la ficha y comenzaron los pases de factura.

No es casualidad que Gustavito salga al cruce del Frente Grande reconvertido en el partido kirchnerista Unidad Ciudadana. Tras unas tormentosas negociaciones para el armado de listas de candidatos a legisladores nacionales, el padre del dirigente capitalino y actual diputado nacional, Gustavo Martínez Campos, fue relegado al tercer lugar de la lista a pesar de haber hecho muy buena letra en los últimos 12 meses votando positivamente en el Congreso de la Nación leyes impulsadas por la Casa Rosada.

Muchos aseguran que esta ubicación que no le permitiría renovar la banca al antiguo dirigente se debe a la dura presión que ejerció Capitanich para que Fabricio Bolatti ocupe un lugar de preponderancia en la lista oficialista. Al no poder cerrar un acuerdo, el actual gobernador copó la parada y puso sus candidatos relegando al hombre de la Corriente de Expresión Peronista al tercer lugar y dejando afuera al del Frente Grande.

Tras varias semanas Martínez reflotó el conflicto nuevamente y cargó contra los ahora rivales electorales que buscarán en las generales continuar socavando los números del FCHMM en busca del milagro que es muy difícil que se dé. Obviamente los únicos beneficiados de esta disputa son los candidatos de Cambiemos encabezados por la tía Aída Máxima Ayala, que sin hacer mucho en la provincia le alcanzó con su base de votos en Resistencia para tomar protagonismo y quedar bien paradas de cara a octubre.

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