Las causas por lavado y corrupción generaron una debacle institucional en el Chaco
Lejos de llegar a su final, ésta inimaginable y sorprendente novela judicial que involucra a pesos pesados de la política se está convirtiendo en la peor pesadilla institucional en los 66 años de historia del Chaco. Con las imputaciones y el pedido de detención a la ex intendenta capitalina Aída Ayala, este escándalo histórico dejó al descubierto un entramado complejo de conexiones político-económicas que conformarían una amplia red corruptiva que se encuentra instalada en la provincia desde hace décadas.
Esto va más allá de los colores e ideologías políticas y se sumerge en lo más oscuro de una clase política chaqueña que se encuentra en el peor momento de su historia. Si la sociedad se despertaba sorprendida hace pocas semanas con las detenciones de hombres y mujeres que conformaban el círculo íntimo del gobernador, esta semana seguramente el escenario se puso mucho peor, ya que la mujer que gobernó la principal ciudad del Chaco durante 12 años, que aspiraba a ser gobernadora y que ganó –sí, ganó- por 38 mil votos las últimas legislativas nacionales del año pasado, ahora se encuentra directamente involucrada y con pedido de detención por parte de la Justicia Federal por ser la supuesta jefa de una banda delictiva que se dedicaba al lavado de activos a través de una red de empresas y fundaciones a lo largo de la última década.
¿Y qué decir de sus habituales socios políticos –y comerciales- como el nefasto Jacinto Amaro Sampayo que vive a costillas de los municipales y de los fondos públicos hace más de 30 años? Si la justicia divina existe, en el Chaco esto quedó demostrado con la detención del perverso dirigente sindical capitalino que de todas formas y a costa de supuestos cuadros clínicos encuentra la manera de siempre evadir la cárcel. Ojalá que esta causa que lleva adelante el fiscal Patricio Sabadini no quede en nada y que de una vez por todas se encarcele a los corruptos para revertir la dura crisis institucional que vive la provincia.
Bocanada de aire para el PJ
Y el pedido de detención de Ayala no podría haber caído en mejor momento, y permite pensar con suspicacia, de que forma parte de un delicado y bien pensado plan político. Justo pocos días después de la visita de Mauricio Macri y en la previa de un Congreso partidario del Justicialismo que pintaba caliente y que ahora pasará a convertirse en un satírico encuentro para hacer catarsis e intentar justificar lo injustificable.
La pregunta seguramente será que piensa hacer el gobernador Domingo Peppo para poder continuar dignamente al frente del Ejecutivo chaqueño, con dos ex funcionarios detenidos, secretarios y choferes con libertad hasta el juicio y con un ministro como Cristian Ocampo que la semana que viene se tendrá que enfrentar a una dura interpelación en la Cámara de Diputados que será para alquilar balcones. Ni hablar de los nuevos avances del equipo conducido por la jueza Zunilda Niremperger que ya adelantó que las causas podrían seguir creciendo con nuevas sospechas y pruebas que serían contundentes para extender al Instituto de Viviendas y hasta Lotería Chaqueña, que se convertirían en un duro puñal que pondría la gobernabilidad en jaque.
Como decíamos al inicio de esta columna, este escándalo está muy, pero muy lejos de finalizar y continuará provocando cimbronazos en la opinión pública no solo provincial, sino nacional. Nuevamente una provincia del norte se encuentra involucrada en una grave crisis institucional y como siempre sucede, nuevamente aparecen los fantasmas de la intervención del Gobierno nacional que no solo serviría como un escarmiento para la clase política chaqueña, sino como una posible plataforma de lanzamiento para que la Casa Rosada elija a gusto y piacere un futuro gobernador amoldado al proyecto político del PRO.
