La instalación de una bailanta preocupa a los vecinos
Entre las quejas por el abandono del sector sur de la ciudad y la necesidad de reinventar constantemente manifestaciones sociales para ser escuchados, los vecinos del barrio 131 viviendas y 180 viviendas de Resistencia acudieron al defensor del Pueblo, Gustavo Corregido, para pedir que interfiera en la instalación de un nuevo local bailable en la zona. “Estamos atemorizados con la bailanta”, dijeron al argumentar su postura en una reunión que mantuvieron la semana pasada con el ombudsman.
Al grupo de ciudadanos les preocupa la concentración de personas alcoholizadas, el elevado ruido de los parlantes y la falta de control en el área, así como la precariedad de la construcción que, violando reglas de ordenanzas municipales, funciona a cielo abierto sobre una avenida en la convive con un estacionamiento clandestino los fines de semana, según el relato comunitario. “Los de las zona sur estamos muy descuidados. Nosotros pagamos los impuestos que nos corresponden como vecinos de esta ciudad pero queremos que las instituciones nos protejan como tales”, sintetizaron.
Corregido escuchó la posición de cada uno de los presentes y adelantó que la Defensoría del Pueblo adquirió un decibelímetro que se encuentra en proceso de ser homologado, con el que se buscará arbitrar los medios para que se controlen los ruidos molestos en la ciudad, acompañando a las autoridades municipales y provinciales que quieran terminar con esta problemática que se repite en varios sectores de la capital provincial.
Además el ombudsman ofreció asesoramiento legal a los ciudadanos, para iniciar las quejas correspondientes ante el municipio, con el objetivo de exigir que se cumplan los controles estipulados en las resoluciones del Concejo.
Un problema “Monumental”
El boliche al que se refieren los vecinos, lleva el nombre de “Monumental” en la cartelería que se ve al pasar por el lugar donde está instalado, en la zona de avenida Soberanía a la altura de la calle 17. El local nocturno funciona en lo que eran los galpones de la línea 9, bajo condiciones de precariedad, como la falta de paredes y techos, salidas de emergencia y con fosas, rampas y tanques de combustible aún instalados, que eran usados para el servicio de transporte, según relataron los ciudadanos al defensor.
“La avenida no está en condiciones, hay un colectivo abandonado sobre el que hace rato reclamamos pero no tenemos respuesta, tampoco hay la suficiente cantidad de patrulleros controlando y permiten que se instalen ranchos y aguantaderos que forman un foco de inseguridad terrible para nosotros”, explicó otro de los autoconvocados en la reunión.
“Si logramos sacar el boliche, le vamos a devolver la tranquilidad a la gente”, aseguró uno de los vecinos que se manifestó en contra del local, quien además remarcó que hay otras personas en contra de la instalación que no se acercaron a la reunión por temor a represalias.
Ante estas denuncias, el defensor inició las actuaciones correspondientes para restablecer el control en esa área y felicitó a los presentes por ser partícipes activos en defensa de sus derechos como ciudadanos.
