La guerra interna y las causas judiciales ya dejaron una "muerta" en Cambiemos
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En las últimas semanas el escándalo de corrupción que involucra al justicialismo chaqueño opacó la antigua crisis interna que se vive dentro del reconvertido radicalismo que intenta afianzarse para dar el batacazo electoral el año que viene. A pesar de la bocanada de aire obtenida en las elecciones legislativas nacionales del 2017, queda claro que las disputas personalistas y las luchas de egos entre la dirigencia de la UCR no cesan y están cada vez más instaladas.
La tía Aída Máxima Ayala parece haber quedado al costado de cualquier tipo de posibilidad de encabezar una lista ejecutiva el año que viene, ya que fue salpicada por una de las megacausas por lavado de activos y malversación de fondos públicos. La estrecha relación que mantuvo con Jacinto Amaro Sampayo, Alejandro Fischer y Carlos Huidobro durante sus 12 años de gestión al frente de la Municipalidad de Resistencia es inocultable, más si se tiene en cuenta los millonarios contratos firmados con la empresa PIMP S.A, propiedad de su ex yerno, encargada de la recolección de residuos sólidos no convencionales de la capital chaqueña.
Para colmo, en una osada maniobra judicial con tintes netamente políticos y con olor a “vuelto”, la jueza federal Zunilda Niremperger firmó la orden solicitada por el fiscal Patricio Sabadini para allanar el local de la Fundación Construir en Resistencia, justo el mismo día que Mauricio Macri arribaba a la provincia para participar del Encuentro Regional de Gobernadores del NEA por el Plan Belgrano.
Es obvio que las pesquisas federales ya conocían cuál iba a ser el resultado de dicho allanamiento, ya que en el lugar no se encontró ningún tipo de documentación relacionada a la causa. Pero en cambio, sí se dejó al descubierto de todo el pueblo chaqueño que allí funcionaba un local partidario de Cambiemos con la foto del Presidente en su marquesina.
Nada es casualidad y queda claro que la disputa interna radical no está ni siquiera cerca de su final. Y es casi absurdo que quieran instalar que el presidente Macri no estaba al tanto de esta información que fue portada de todos los medios locales. Es evidente que a la ex intendenta capitalina le han soltado la mano y la han entregaron a los lobos, a lo mejor, como parte de un vuelto o arreglo político de cara al 2019.
El precio que debió pagar Ayala seguramente también será capitalizado por algún otro personaje radicalismo chaqueño. Leandro Zdero, delfín de Aída, cae en la volteada y abre un abanico de posibles dirigentes con mejor perfil para la Casa Rosada. Carim Peche, Luis Obeid, Bruno Cipolini y hasta un inesperado Víctor Zimmerman que todavía se está sacando la escarcha del freezer donde estaba escondido, ahora surgen como posibles candidatos a cargos ejecutivos en la coalición política que apoyo el presidente de la república.
Por algo durante la visita presidencial de este viernes a la capital chaqueña se vivió un clima de hermetismo y blindaje a la prensa, con el obvio objetivo de evitar preguntas incómodas de los trabajadores de los distintos medios de comunicación que se chupaban los dedos para interrogar sobre este polémico allanamiento de la Justicia Federal que caló profundo en el supuesto macrismo chaqueño.
La guerra está declarada y a pesar del caos que vive el justicialismo en el Chaco, parece que el radicalismo todavía está lejos de calmar las aguas para constituirse en una verdadera alternativa para el pueblo chaqueño.
