Política
Panorama legislativo

La cara de la derrota

Jorge Capitanich, jefe de Gabinete. (Dibujo: NOVA)

La Ley de Pago soberano es un fracaso. Lo reconoció el que siempre pone la cara: Jorge Capitanich. A pesar de las diferencias, hasta la oposición reconoce el trabajo del jefe de Gabinete. Es el único que cumplió a rajatabla la presentación de informes en el Congreso, eso sin contar las conferencias diarias a la mañana.

Sin embargo, por su exposición, Capitanich es la cara de la derrota. Ya a fines del año pasado se desgastó con las explicaciones por los cortes de luz. Ahora con el fracaso de la Ley de Pago Soberano. “No hemos tenido adhesión”, sostuvo en la Cámara de Diputados. Chocolate por la noticia.

El proyecto de ley fue enviado por Cristina Kirchner para poder pagar a los acreedores que entraron al canje y sortear las trabas impuestas por el fallo del juez de Nueva York, Thomas Griesa. La lucha contra el default. Así, se desplazó como agente de pago al Bank of New York Mellon (BoNY) y puso al Banco Nación Fideicomisos.

La especulación de los funcionarios era que los bonistas se iban a presentar a cobrar de modo voluntario para evitar quedar atrapados por el fallo de Griesa, que ordenó que se les pague, siempre y cuando también cobrasen los fondos buitre.

En aquella oportunidad, el Palacio de Hacienda había señalado en un comunicado que “al realizar dichos depósitos, la República Argentina ratifica una vez más su compromiso inquebrantable de cumplir todas sus obligaciones respecto de los bonistas y contribuir mediante las medidas que estén a su alcance a preservar su derecho a cobrar las sumas que les corresponden bajo los Títulos de Deuda”.

Aunque la oposición hizo lo de siempre -oponerse-, esta vez tuvieron razón. Algunos bloques plantearon que con este cambio de jurisdicción, Argentina perdería credibilidad y confianza ante el mundo. Y por supuesto: pronosticaron que nadie se anotaría. Unos adelantados.

“La ley sancionada por el oficialismo no defiende nuestra soberanía, todo lo contrario. Antes de la sanción de la norma, gracias a la voluntad de pago que había demostrado la Argentina, las críticas iban contra el Banco de Nueva York y no contra el país cuando los acreedores no podían cobrar. La ridículamente llamada ‘ley de pago soberano’ no es más que un favor que le hizo la Presidenta al BoNY y al juez Griesa”, explicó el diputado mendocino Enrique Vaquié.

El legislador radical recordó que durante el debate de la ley le advirtió al oficialismo que era poco probable que los bonistas, tanto los que acordaron ingresar a los canjes de 2005 y 2010 como los que no se sumaron, aceptaran el cambio de jurisdicción de pago, dado que incumple el fideicomiso que forma parte del contrato con los bonistas.

Pero no es el único fracaso del kirchnerismo. El blanqueo de capitales es otro caso. Propuesto como la exteriorización voluntaria de tenencia de moneda extranjera en el país y en el exterior, fue prorrogado reiteradas veces a pesar de no haber dado resultados.

Desde su lanzamiento, hace más de un año, en mayo de 2013, el programa fue extendido, primero, en octubre de ese año, y luego, durante 2014, en enero, abril y junio, cuando le dieran un trimestre más de vida.

A pocas semanas de llegar a fin de año, Capitanich ya le puso el pecho a las balas. Pero falta lo peor: los supuestos conflictos de diciembre. El chaqueño ya tiene cancha en eso, aunque hace algunas semanas tenía planeado volver a su provincia. ¿Otra vez pondrá la cara para enfrentar una derrota?

Por Diamela Rodríguez, acreditada de NOVA en el Congreso de la Nación.

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