La baja del Fondo Sojero puso en jaque a los municipios
El Chaco viene transitando tiempos muy difíciles con inconvenientes de todo tipo que dejan al descubierto la fragilidad institucional que cada vez resuena con más fuerza en todo el territorio provincial. Escándalo de corrupción con funcionarios cercano a Domingo Peppo detenidos, intervención de Villa Río Bermejito, controversias por el absurdo, pero necesario apoyo a la Casa Rosada y hasta intentos de saqueos que dejaron un muerto, son algunas de las perlitas que hacen de este 2018 un año nefasto para los chaqueños.
Para colmo, como la cereza del postre, se viene la decisión totalmente repudiable de Mauricio Macri de poner fin al Fondo Federal Solidaria que se convierte en una daga que se clavó de manera profunda en cada uno de los municipios del norte argentino. Teniendo como excusa las exigencias del Fondo Monetario Internacional (FMI) para avanzar con los acuerdos para el necesario financiamiento que frene la crisis monetaria nacional, desde la Casa Rosada se decidió dejar sin estas importantes partidas financieras que se convertía en el pilar fundamental para que los municipios chaqueños puedan avanzar con alguna que otra obra de infraestructura pública.
En el Chaco y como era de esperarse, Jorge Capitanich encabezó el loe de mandatarios municipales más agresivos hacia la gestión nacional, arremetiendo mediáticamente en todos los frentes para intentar desprestigiar al Presidente y los candidatos chaqueños de su espacio político que ya piensan en el 2019. Intendentes como Antonio Rodas de Fontana, Aldo Leiva de General San Martín, son los alfiles coquistas en esta cruzada casi insignificante en medio de una crisis que se asemeja a lo que sucedió en el 2001 y que culminó en una explosión social. También se le sumó la intendenta de Barranqueras, Alicia Azula, que fiel a su estilo, no dudó en criticar y defenestrar a la gestión nacional por esta letal medida que pone en jaque la gobernabilidad en todos los municipios chaqueños.
Estos aportes, más conocidos como el Fondo Sojero, no solo servían para avanzar con obras de infraestructura básica, sino que se convertían como herramienta necesaria y fundamental para mantener un equilibrio financiero en las comunas, más teniendo la difícil situación monetaria y financiera que afronta el país como constantes fluctuaciones cambiarias que inflan los índices inflacionarios y provocan una desactualización salarial que no puede ser solucionada por los municipios.
Empeora el cuadro y genera aún más tensión, la tibia postura del gobernador Peppo que se encuentra atado de pies y manos, en plena negociación con la Casa Rosada para lograr un incremento en el Presupuesto Nacional 2019, que no solo está muy verde, sino que seguramente volverá a ser poco conveniente para el Chaco. No hace falta ser adivino para darse cuenta que ni Macri y Dujovne brindarán oxígeno financiero a una provincia opositora de cara a un año electoral que será vital para Cambiemos. Por lo que las posibles soluciones y medidas que busquen aplacar la crisis financiera en la provincia vendrán del Gobierno Nacional, que por medio de la billetera intentará inclinar la balanza electoral en beneficio propio y utilizando el cuero de la ciudadanía chaqueña que se encuentra en una posición frágil y bajo un sometimiento que hace décadas no vivía.
