“El incendio registrado en la desmotadora fue de gran magnitud porque es un establecimiento grande que tenía una enorme cantidad acopiada dentro del predio, que abarca más de diez hectáreas donde estaban depositados casi cuatrocientos módulos de algodón en bruto de alrededor de 12.000 kilos cada uno que se destruyeron en su totalidad”, comentó el intendente de Gancedo Alberto Korovaichuk.
Explicó que una vez prendido el fuego, y por acción del fuerte viento, fue imposible controlar el siniestro, por lo que todo el esfuerzo se concentró en evitar que el fuego se desplazara hacia la fábrica.
Hacia el atardecer y cuando la orientación del viento comenzó a cambiar se intentó que las chispas no alcanzaran los fardos de fibra con el riego permanente realizado con camiones en un radio de 200 metros. Lo mismo se hizo con la fibra, a la que se intentó humedecer para evitar que entrara en combustión.
Los bomberos que trabajaron desde distintos puntos de la provincia trabajaron a destajo aportando su apoyo y experiencia, pero resultó imposible evitar la magnitud del siniestro porque, cuando dio vuelta el viento y el fuego comenzó a expandirse, la muy elevada temperatura borró todo lo hecho y abarcó más de diez mil fardos de algodón desmotados de unos 200 kilos aproximadamente.
Todo se quemó.
“Lo único que pudo salvarse -comentó el intendente de Gancedo- fueron la desmotadora y las oficinas, de lo demás no quedó nada”.
Explicó que Sogyco se ubica a unos siete kilómetros del lugar, donde el incendio comenzó alrededor de las 13 en el sector donde se encuentran los residuos industriales y se extendió hacia el campo, por lo que el mayor esfuerzo se concentró en intentar que no superara el límite de la ruta. Eso se pudo controlar y en ese momento se enteraron de que el fuego avanzaba sobre la desmotadora de Linke, lo que determinó un rápido traslado hacia esa zona, pero el fuego ya había ganado todos los sectores mencionados y se extendió con gran rapidez.
Korovaichuk comentó que según las primeras apreciaciones el fuego se inició cuando se estaba realizando el desmote y se produjo un corte de corriente y no fue posible poner en marcha ninguna bomba para intentar sofocar los primeros focos. “Remarcó que si bien hubo agua suficiente faltaron equipos ya que no se está preparado para un siniestro de estas dimensiones”, y dijo que es necesario contar con una dotación de gente bien adiestrada, pero también realizar una prevención de limpieza total dado que el algodón tira una fibrilla que cubre el piso formando una capa de unos tres o cuatro centímetros de espesor, donde cualquier chispa provoca un fuego muy difícil de controlar por lo inflamable. Es algo que en un momento explota y arde todo.
“El siniestro ya pasó, pero no quedó nada, todo se quemó sólo se salvó la fábrica”, y dijo que sería importante que la enorme pérdida económica pueda ser cubierta por el seguro.
