Por el Lic. Miguel A. Aquino
En noviembre de 2018, el IPC indicó una suba del 3,2 por ciento, y el acumulado del nivel general de este año es de 43,9 por ciento, y del NEA de 44,3 por ciento.
En el nordeste argentino los rubros de mayor aumento son salud 7,7 por ciento; otros bienes y servicios 5,7 por ciento; equipamiento del hogar 4 por ciento; bebidas alcohólicas y tabacos 4 por ciento; recreación y cultura 3,2 por ciento; alimentos y bebidas 3,1 por ciento; transporte 2,8 por ciento; restaurantes y hoteles 2,4 por ciento; y comunicación 2 por ciento, entre otros.
En relación al incremento de precios al consumidor, el organismo estadístico presentó su informe, que nos muestra que las variaciones respecto al mes anterior. Según los ámbitos geográficos, nos indican lo siguiente: nacional 3,2 por ciento; GBA 2,9 por ciento: NEA 3 por ciento y NOA 3,3 por ciento, valores que se muestran en gráfico 1.
Nivel de precios anualizados
En cuanto al nivel general de precios medidos en forma interanual, es decir, noviembre de 2017 y noviembre de 2018, es el siguiente: nacional 43,9 por ciento; GBA 43,1 por ciento; NEA 44,3 por ciento y MPA 44,5 por ciento.
Principales incrementos de bienes en el acumulado anual
En referencia al incremento interanual de bienes y servicios, cuya media en el nordeste argentino es del 47,4 por ciento, podemos enunciar que las de mayores crecimientos son el transporte con un 70,65; en el caso del gas, combustible, agua, la suba es del 63,3 por ciento por ciento: del rubro salud un 49,6 por ciento: de equipamiento y mantenimiento del hogar un 49,4 por ciento; alimentos y bebidas un 49,2 por ciento. En cuanto a los de menores incrementos tenemos a educación con 28,3 por ciento; bebidas alcohólicas y tabaco un 28,5 por ciento; restaurantes y hoteles un 37,7 por ciento, recreación y cultura un 37,9 por ciento, comunicación un 42 por ciento y otros bienes y servicios un 46 por ciento.
Conclusión
El nivel de precios continúa en franco ascenso y sin embargo el salario de los trabajadores se encuentra por debajo de estos incrementos, situación que lleva al asalariado activo y pasivo y demás trabajadores profesionales a vivir bajo el nivel de pobreza o en el límite de subsistencia, en otros casos. La crisis no permite un nivel de vida adecuado a estos tiempos.
