Si algo faltaba para ponerle condimento a esta campaña proselitista, era la presión de los distintos sindicatos por los reiterados reclamos de recomposición salarial. Si bien los paros y movilizaciones no se habían hecho notar mucho durante este año, a 15 días de las elecciones legislativas nacionales los gremios docentes agudizaron su lucha.
De una manera muy ágil Domingo Peppo le viene escapando al bulto y desvía todo tipo de ataques deslindado responsabilidades y culpando a las políticas implementadas por el gobierno nacional, siempre con sutileza para evitar algún regaño o corte de suministros por parte del círculo íntimo de Mauricio Macri.
Aunque no lo parezca estas movilizaciones políticas tienen un tinte político que se encuentra estratégicamente camuflado. Existen sindicatos que responden directamente al gobierno de turno y otros que habitualmente son acérrimos opositores. No es casualidad de que se haya anunciado para esta semana un paro de actividades sin asistencia a los lugares de trabajo con movilización a la Casa de Gobierno.
Justo cuando volvía a estar en el tapete el austero aumento implementado por la Provincia que se encuentra demasiado lejos de lo que esperaban los trabajadores públicos del Chaco. Solo resta esperar a ver si aparece algún tipo de bonificación extraordinaria o aumento sorpresivo que permita descomprimir la situación de cara a los comicios que se vienen y que será de vital importancia para lo que vendrá el año que viene.
¿Y la novela legislativa?
Luego del bochornoso episodio que tuvo como protagonistas a Claudia Panzardi y Carim Peche hace 10 días en la Cámara de Diputados, las aguas parecen haberse calmado un poco. Si bien ambos legisladores recurrieron a cuestiones de privilegio y solicitaron la apertura de una investigación, durante el encuentro del pasado miércoles la cosa parece haberse pasado a un segundo plano. Seguramente esto tuvo algo que ver con la bajada política en ambos bloques para enfriar la cuestión y avanzar con el consenso de temas muy importantes, como el recientemente ingresado proyecto de ley del Presupuesto General de la Provincia 2018.
Sin dudas nuevamente comenzarán las negociaciones y disputas por un tema candente. Vale la pena recordar la dilata aprobación del presupuesto de este año que duró siete meses y el supuesto incumplimiento por parte del gobernador de las promesas realizadas para consensuar el voto positivo. Los radicales ya se quemaron con leche y seguramente este año será todavía más ardua la cosa, así que a prepararse para una disputa que no será fácil y que seguramente se volverá a dilatar.
