Muchos barajaban que Peppo iba a ir por ese cargo sellando un pacto con Jorge Capitanich con vistas al 2019. Lo que sucedió fue todo lo contrario, con un rotundo espaldarazo del gobernador que no solo entregó la Presidencia de la Cámara de Diputados, sino que también obligó a la renuncia de Gustavo Ferrer a su banca para que ingrese otro legislador del riñón de la Corriente de Expresión Peronista, como lo es la mítica dirigente de Machagai, María Elena Vargas.

La semana pasada veíamos al actual ministro de Industria como posible titular de la Legislatura y hoy ni siquiera lo tenemos sentado en su banca. Al parecer los acuerdos sellados de antemano y la oculta lucha interna dentro del peronismo con “Coqui” pasan a tomar importancia.

Y si de lucha interna se habla, no hace falta más que observar el reciente conflicto generado en torno a la aprobación del Presupuesto 2018 que tendría que haber salido con la antigua conformación de diputados que todavía dispone de un fuerte peso político de Capitanich. Tras pasar a un cuarto intermedio el pasado miércoles y con le necesidad de contar con 22 votos para sacar el presupuesto con la controversial autorización para avanzar con un nuevo endeudamiento de 3.800 millones, brillaron por su ausencia no solo el referente de Cambiemos Luis Obeid, sino también la legisladora Claudia Panzardi, defensora acérrima Capitanich y opositora manifiesta al gustavismo dentro el bloque justicialista.

Si bien la ausencia del dirigente del PRO responde a presiones de sus pares radicales, el hombre cercano a Mauricio Macri no apareció en el recinto el jueves porque ya estaba enterado del plantón de la diputada peronista que dejó al descubierto la explícita guerra que mantiene con Cuesta desde el inicio de su gestión. La “Barbie peronista” nunca superó el episodio de hace más de dos años en el que la cúpula acordó entregar la Presidencia de la Legislatura a la mujer de “Gustavito” dejándola sin nada a pesar de haber sido la cabeza de lista en las elecciones legislativas provinciales del 2015.

Ese rencor generó innumerables peleas y reproches a viva voz a puertas cerradas dentro del bloque justicialista, que inclusive algunas veces estuvieron a punto de pasar a mayores. Si bien el coquismo fue el principal perdedor en la repartija de bancas de este año, seguramente Panzardi seguirá siendo una espina dura de roer dentro de las decisiones internas del peronismo y ya quedó demostrado con el faltazo que pegó el pasado jueves.

La próxima semana, será aprobado el Presupuesto 2018 con la autorización para contraer una nueva deuda y se cerrará esta novela política. Lo que también queda claro es que las disputas y enfrentamientos en la Cámara de Diputados volverán a ser el plato fuerte de la política chaqueña, esta vez con condimentos como la presencia del incomparable Aurelio Díaz, la nueva “Barbie joven” Nadia García Amud, la presencia de Juan Manuel Pedrini y su asesora estrella, Sandra Mendoza, así como el inigualable zorro Leandro Zdero, que sufre de incontinencia verbal y se encuentra inmerso en una profunda crisis de protagonismo que muchas veces lo hace dar pasos en falso.

A prepararse para el año que viene, ya que los puteríos y escándalos de todos ya están asegurados en la Legislatura chaqueña.