Gestión con el pie derecho: siguen los golpes de efecto contra los ex funcionarios
El recambio político de la provincia del Chaco trajo aparejado un sinfín de situaciones desde el resultado de las elecciones Generales del 17 de diciembre último. Pero ningún libreto de posibles escenarios hablaba de que la gestión entrante, encabezada por el gobernador Leandro Zdero, podría tener tantos pasos con el pie derecho en las primeras semanas.
Sucede que al hallazgo de los insumos hospitalarios y medicamentos vencidos en diferentes sectores del área de Salud fueron dos puñetazos al mentón de los que dejaron sus cargos el pasado 9 de diciembre. Y, como si esto fuera poco, la ausencia de movimientos sociales en las calles, que provocaba un descontento social a diario, parece ser casi como un acompañamiento a las decisiones tomadas hasta el momento.
Pero todo no quedó en eso, ya que los allanamientos de la Justicia provincial a domicilios que serían propiedad del “referente social” y piquetero Carlos Barraza este viernes, volvieron a manchar la imagen del ex gobernador Jorge Capitanich; ya que en la última campaña para las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) del 2023, acompañaba políticamente a Barraza como candidato a intendente de la ciudad capital.
Esta situación nos recuerda rápidamente al impacto que generó la estrecha relación del ex mandatario con el Clan Sena, teniendo a Emerenciano Sena como “colega político”, impulsando sus candidaturas en reiterados comicios, hasta que la familia se vio implicada en el femicidio de Cecilia Strzyzowski.
Caso que tuvo avances también en los últimos días, ya que se hablaba de un nuevo encuentro del Clan, pero que fue desestimado por la Justicia, y desencadenó en la determinación desde la querella de la provincia de “apurar” los trámites para que se avanzara en el traslado de Emerenciano y de Marcela Acuña a una “cárcel común”, siendo el Servicio Penitenciario de Resistencia su ¿destino final?
Claramente, al hablar de los Sena, los Barraza y otros “referentes sociales”, el nombre de “Coki” Capitanich rápidamente se pone sobre la mesa para apuntarlo con un dedo, para señalarlo casi como el único responsable del surgimiento de este tipo de personajes, enriquecidos con el dinero del Estado y que han usado a vecinos de la provincia para endilgarse representaciones que no les correspondían, pero por medio de las cuales, lograban recaudar fondos exorbitantes que les daban vidas de reyes.
Sin dudas, la nueva gestión provincial tendrá mucho trabajo por delante en cuanto a auditorías y, en un futuro, con las relaciones con “piqueteros” o gremialistas, pero estas decisiones y pequeños “logros”, le han sumado algunos porotos del clima social que pedía a gritos un punto final a los desmanejos de las organizaciones sociales, que escalaban a un nivel de “dictadura” al momento de copar las calles.
