Uno de los nenes “se tocaba los genitales de una extraña manera, lo que hizo que prestara atención al comportamiento”. Además, “tampoco quería ir al colegio, lloraba cada vez que sus padres lo dejaban y además se orinaba en la cama”. Las sospechas se acrecentaron cuando el niño sabía que ese día iba a tener contacto con el catequista, por lo que a partir de allí no dudaron en denunciarlo. Datos que figuran en el expediente.

Si bien el catequista fue apartado de la institución escolar permanece en libertad y podría estar recibiendo “cobijo” de la Iglesia porque desde el Arzobispado estarían “presionando” para que el tema “se enfríe”.

Por otro lado, desde la Justicia se aguardan pericias a niños que pudieron haber sido abusados en el Colegio San José Obrero aunque todo indica que quedará para el año que viene.

Hasta el momento, efectivas, hay dos denuncias por presunto abuso sexual ocurridas en el jardín que funciona en el Colegio San José Obrero de Resistencia, radicadas por los padres de las víctimas. Y podría haber un tercer caso.

Se trata del catequista Salvador Medina, según confirmó el procurador general Jorge Canteros al dar a conocer los hechos denunciados, primero ante la fiscal Nº4, a cargo de Patricia Passarino y en las últimas horas ante el fiscal Nº 6, Roberto Villalba, quien finalmente giró la cusa a Passarino por ser la primera agente del Ministerio Público en haber iniciado las pesquisas.

El docente deberá responder por “supuesto abuso sexual simple”, teniendo en cuenta que de acuerdo a lo que se sabe hasta el momento, los nenes habrían sido manoseados.

Los padres están molestos. El docente “especial” habría estado con los chicos solo, a pesar de que el Ministerio de Educación reglamentó que debe estar acompañado por otro docente.

"Queremos que la Justicia actúe", dijo Hernán, papá de un alumno, quien se refirió al caso en declaraciones a radio Libertad y cómo abordó el problema la institución educativa. Comentó que la intención de los padres no es entorpecer la investigación judicial y tampoco atacar al prestigio de la entidad educativa. "Queremos que la Justicia actúe con todo el peso de la Ley y que el Colegio nos dé la respuesta que estamos buscando. Hubieron graves errores en el desempeño de la tarea de la institución", apuntó.

Además, relató que tras varias averiguaciones, supieron que en ocasiones, los niños abandonaban el ámbito del jardín y el patio de juegos. "Los chicos salían, pasaban por la zona del Colegio Secundario, tenían que abrir una puerta y luego ir por un pasillo para ingresar a la Iglesia", describió.

Para los padres, los niños iban al templo con el catequista acusado por abuso y nunca habían sido informados de eso.