Un relevamiento de la Dirección de Bosques de la provincia dado a conocer ayer por el titular de esa dependencia, Miguel Angel López, pone en números la ya conocida situación de ilegalidad en el sector forestal: sobre 850 acopiadores de maderas inscriptos en el Chaco, la mitad tiene el CUIT vencido, es decir, no posee vinculación con la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP).
Esos acopiadores compran y venden madera, en negocios habituales, pero facturan en negro dada la inexistencia de relación con el ente recaudador. “El forestal es el sector que presiona sobre las guías truchas. Y nosotros estamos empecinados en pasar a la legalidad todo el aprovechamiento forestal”, enfatizó el director de Bosques. En declaraciones a Radio Universidad, el funcionario destacó la buena receptividad del sector forestal de los estrictos controles implementados en el último año y también de las nuevas medidas, como el cobro de un impuesto para guías de otras provincias para evitar la competencia desleal.
En otro punto, López consideró que el convenio de corresponsabilidad gremial firmado por el sector forestal avanza con lentitud “porque la gente no tiene costumbre de pago”. “Si hubieran realizado aportes, se darían cuenta de que este convenio los beneficia económicamente”, enfatizó.
Al respecto, mencionó datos oficiales de la Subsecretaría de Programación Económica y Empleo (a cargo de la implementación de los convenios) que indican que sobre una base de 1000 productores forestales sólo había 20 empleados declarados. “Tenemos que modificar esa realidad”, remarcó López.
El Impenetrable
Por otra parte, el director de Bosques recordó que las inspecciones en la zona de El Impenetrable se realizan con acompañamiento de fuerzas de seguridad. “Hay muchos temas pendientes que tienen que ver con la titularización de los campos, por lo que siempre encontramos ilegalidad”, indicó.
En este sentido recordó que los problemas más frecuentes se presentan con guías provenientes de Salta y específicamente en los postes. Por eso la mayoría de las inspecciones son con la Policía Ecológica.
“El sector forestal quiere normalizarse y transitar el camino de la legalidad”, subrayó López. Por eso valoró el trabajo realizado para detectar guías apócrifas y, de esta manera, aseguró que durante un año (tiempo en el que desaparecieron esos documentos) la madera subió casi tres veces su valor mientras que el carbón pasó de 250 pesos a 800 pesos de valor actual.
“Este proceso no tiene retorno. La madera tiene que trabajarse en forma legal y la legalidad llevará al valor de la madera, que será el que haga cuidar al monte”, trazó. Así, sostuvo que precisamente la ilegalidad de la explotación es la que desvaloriza el producto y genera desinterés.
