Balances de empresas del Estado y organismos centralizados y descentralizados presentados fuera de términos y en algunos casos aprobados con irregularidades. Falta de impulso a mejoras en el sistema de control de las cuentas públicas por parte de los organismos de control. Ingresos masivos al Estado sin examen de ingresos, de manera que todos tengan posibilidades de ingresar sin más requisito que el de sus antecedentes, capacidad e idoneidad, tal como lo establecen las constituciones nacional y provincial… y sigue la larga lista de hechos sin intervención de los órganos del Estado.

Como vemos, el “ser o no ser” (to be or not to be) de los órganos de control del Estado provincial, como por ejemplo el Tribunal de Cuentas, no es un problema de si deben o no rendir examen de antecedentes y oposición, la cuestión es si se justifica su existencia, si es preciso tener semejantes estructuras con carga presupuestaria al contribuyente, que tiene que trabajar cada vez más para hacer frente a la presión tributaria destinada a sostener organismos que en nada contribuyen a defender los intereses de la población.

Son bunkers que avalan impunidad, que permiten que nuestros funcionarios y dirigentes puedan despilfarrar libremente, sin consecuencias legales en sus vidas, total los amigos del tribunal y/o de la Fiscalía de Investigaciones Administrativas, etc., van a brindar apoyo técnico y/o legal, y al que tiene la osadía de denunciarlos, se le impondrán tantos requisitos y amenazas encubiertas para desalentarlos en la presentación que, al final, desistirán, permitiendo que la apatía y el desinterés por intervenir y participar en las cuestiones públicas avancen, disminuyendo en consecuencia la calidad institucional, avanzando la corrupción e incluso que los gobernantes “autodenuncien” sin que estos organismos salgan de oficio a investigar su veracidad.

Es evidente que son instituciones que, así como funcionan, no justifican su existencia, ya que están destinados a dar salidas laborales a los allegados al poder.

La Cámara de Diputados es el órgano de control por excelencia, debe ponerse a trabajar, cumplir con sus funciones y absorber nuevamente lo que fue delegando en otros organismos como los de control, que han permitido que los mismos pierdan la confianza de la ciudadanía en su funcionamiento y, en ese sentido, contribuirá a disminuir la presión tributaria sobre el pueblo.

En tanto se resuelve el tema de la existencia, en todos los órganos de control del Estado debe rendirse examen de antecedentes y oposición, con audiencia pública vinculante incluida.

Es el camino a seguir para que los chaqueños tengamos una mejor calidad institucional, que se trasunta en mayor seguridad jurídica y física, mejor educación, mejor salud, más vivienda para la gente, mejores servicios, más trabajo los que contribuirán a un pueblo verdaderamente equitativo, democrático y feliz.

Cristian Centurión

cristiancenturion2014@gmail.com

DNI 11249794