El miércoles se vivió en la Legislatura el capítulo más bizarro de la novela peronista
Como ya nos tiene acostumbrado, la Cámara de Diputados del Chaco nuevamente vivió un episodio bochornoso que deja al descubierto la mediocridad y egoísmo de ciertos legisladores. Si bien el conflicto ya lleva varias semanas y hasta meses, el pasado miércoles Claudia Panzardi y Nadia García Amud protagonizaron un grotesco altercado que dejó con la boca abierta a más de uno de los presentes en el Recinto Legislativo.
La novela comenzó varias sesiones antes cuando los distintos bloques políticos ningunearon a la ex jefa comunal del ignoto pueblo de Laguna Blanca y cajonearon su proyecto de ley para ampliar el ejido municipal de Los Frentones. Esto derivó es una muy dura postura de la diputada dentro del bloque justicialista, que a su vez provocó un nuevo quiebre dentro de la bancada oficialista.
Desplantes, gritos y hasta insultos cruzados fueron moneda corriente en las reuniones previas a cada sesión ordinaria. Lógicamente esto era trasladado al recinto y a las redes sociales donde sin dar nombres propios se continuaba con las alocuciones dirigidas directamente a la tribuna política que solo alimentaban los chismes de pasillo dentro de la Legislatura.
Pero el episodio más fuerte se vivió en la última sesión, donde Panzardi disparó directamente a la presidenta Elida Cuesta, tratándola de mentirosa y de ser la autora de todo este supuesto operativo en su contra. Rápidamente, la titular legislativa cogió el guante e interrumpió a la diputada coquista y dejó bien en claro que desde el bloque oficialista se estaban siguiendo las órdenes expresas del gobernador Domingo Peppo, que la semana pasada en el Salón de Acuerdo de Casa de Gobierno marcó la cancha a los integrantes del justicialismo.
En ese encuentro, el mandatario no solo había manifestado su oposición a las ampliaciones de ejidos municipales indiscriminadas que se venían planteando en la Legislatura, sino que también dio el visto bueno para que se continúen con las sesiones itinerantes por el interior provincial.
Las salidas legislativas a distintas localidades del interior fue la daga que Panzardi clavó en la espalda de la Presidenta, que masticando la bronca prefirió bajar a su banca para defenderse y dejar a cargo de la sesión al intransigente Juan José Bergia.
A partir de ese momento la cosa realmente se desvirtuó. Los diputados de la Corriente de Expresión Renovada (CER), no perdonaron las duras agresiones contra Cuesta y tomaron la lanza para defenestrar a la “coqui`s girl” que recibía golpe tras golpe.
Eso derivó en gritos tras gritos hasta que García Amud, con su mejor cara de mosquita muerta, acusó a Panzardi de canjear votos dentro del bloque peronista para sacar proyectos de ley que la beneficiaban a ella y a su marido intendente de Colonia Elisa, Pedro Maidana. Allí comenzó la hecatombe, la debacle total. Tras un picante y hasta malicioso cuarto intermedio impuesto por Bergia, Panzardi comenzó con los gritos e improperios hacia su joven compañera de bloque que rápidamente, y para evitar que pase a mayores, fue retirada de su banca por la directora de Ceremonial y Protocolo, Daniela Svenson.
Con la retirada del bloque radical que se mataba de la risa con la escena que habían vivido y con el papelón dentro del recinto a flor de piel, la sesión continuó como si nada hubiera pasado hasta que se trataron los diferentes puntos que se encontraban estipulados en el orden del día.
Lo que sí nunca se borrará de la retina y de la mente de los presentes en la sede de Brown 520, será la patética función de algunas legisladoras que lejos están de cumplir con la función por la cual fueron electas por el pueblo del Chaco, que es legislar.
