Política
Exclusivo de NOVA

El “desgaste” en la relación de Cristina y Capitanich y la tensión creciente en Chaco

Las aspiraciones presidenciales del gobernador, entre las principales causas del divorcio. Las similitudes con el caso Scioli y las críticas de La Cámpora.

Lo de Santiago del Estero fue una muestra más. Sin ambages, la Presidenta llamó a los gobernadores a que administren bien sus fondos. Sólo con un buen ejercicio y la defensa de los recursos “se puede transformar la realidad”, explicó en el acto de inauguración de un aeropuerto en esa provincia.

Fue, en los hechos, una nueva edición del embate discursivo de la Casa Rosada contra los mandatarios que reclaman fondos, y que esconde en verdad el déficit en las cuentas del Tesoro Nacional para asistir a las provincias.

Una de las víctimas de ese cambio de ánimo es Jorge Capitanich. El gobernador de Chaco tiene algo en común con su par bonaerense, Daniel Scioli: los dos son considerados “malos administradores” por la Presidenta, que tampoco los quiere como “herederos” del modelo en 2015.

Esa es la otra cuestión. CFK sabe que, igual que Scioli, Capitanich tiene aspiraciones presidenciales para el próximo turno electoral. Las tuvo el año pasado, cuando tras una reunión a última hora en Balcarce 50 anunció que se presentaría para un nuevo mandato en su provincia. Pero esta vez “Coqui” no está dispuesto a esperar.

Aunque dolida, CFK le retiró la venia al gobernador. No quiere que ningún mandatario provincial crezca en las encuestas, y mucho menos que la elección interna del próximo candidato presidencial del peronismo se le vaya de las manos. Por eso, Capitanich ya no aparece en primera fila en los actos oficiales. Desde hace un tiempo, “Coqui” está más atrás, como si cumpliera con una suerte de penitencia.

En esta interna también tiene gravitación el enfrentamiento que el chaqueño mantiene con el hijo de la Presidenta y fundador de La Cámpora, Máximo Kirchner. Es que la herida del cierre de listas todavía no cicatriza. Los referentes del peronismo histórico consideran que, para esa contienda, Cristina impuso en cada distrito candidatos camporistas de escasa militancia territorial. Y ahí reside el enojo con Máximo.

No por nada Capitanich recibió en el último tiempo a los universitarios que desplazaron a La Cámpora de la Juventud Peronista. Se trata de la agrupación Felipe Vallese, que controla la JP, y que resistió a los jóvenes K en el último congreso de la Federación Universitaria Argentina (FUA).

La “letra chica”

En cuanto a las “minucias” de la desgastada relación, NOVA pudo conocer que una de las cuestiones que terminó de enfurecer a Cristina sería la fuerte inversión que Capitanich destina para el Canal 9 de Resistencia, que pertenece al Grupo Clarín.

La señal llega a más de un millón de personas en Chaco, Corrientes y el norte de Santa Fe, y emite los contenidos del grupo económico. Sin embargo, suele interrumpir habitualmente su programación para transmitir información local, provista mayormente por la propia gobernación.

Por eso no llama la atención que Clarín proteja especialmente a Capitanich. Por caso, el periodista Jorge Lanata -un frecuente crítico de los mandatarios provinciales peronistas- no cuestiona su gestión ni refleja las distintas denuncias por corrupción, aunque también se cuida de ensalzarlo, precaución que no tienen en el resto del holding mediático.

De hecho, la Presidenta le habría pedido a “Coqui” que impidiera la transmisión de “Periodismo Para Todos” en su provincia, tal como hizo su par tucumano, José Alperovich, que censuró la emisión del envío dominical. El gobernador habría desoído la orden, o la habría cumplido a medias, lo que terminó de resquebrajar la relación.

Como Buenos Aires

La creciente conflictividad en la provincia lleva a los locales a afirmar que “estamos como Buenos Aires, pero no tenemos tanta presencia en los medios”. Se refieren a la situación en el terruño gobernador sciolista, donde las dificultades para pagar el medio aguinaldo llevaron a un pico de tensión que afectó, incluso, el dictado de clases en las escuelas.

A ese conflicto se suman los diversos reclamos salariales de los empleados estatales bonaerenses de los ámbitos educativo, judicial y de la salud, y las dificultades del gobierno provincial para cumplir con obligaciones tales como el pago de salarios en tiempo y forma. Los reclamos de fondos a la Nación son una constante, a la que ya se han sumado Tucumán y Santa Cruz.

En ese sentido, en Chaco advierten “focos” de conflicto. Al menos eso es lo que señala el diputado nacional Hugo Maldonado, que advierte que esos focos “pueden generar algún tipo de conflictividad en el futuro”.

En declaraciones a NOVA, el legislador chaqueño de la UCR focalizó en la “estabilidad” del empleo público en la provincia del norte. “El gobernador tiene pendiente dar el cumplimiento efectivo a una norma que él mismo propuso, y que dispone el pase a planta permanente de 20 mil empleados públicos”, explicó.

A eso, dijo, “hay que sumar 13 mil trabajadores que son el residual de una ley del gobierno anterior, que fue apelada por el gobierno provincial, aunque la Corte Suprema de Justicia de la Nación dispuso su cumplimiento”.

Siempre en declaraciones a este portal, Maldonado confirmó que “hay reclamos de recomposiciones laborales”, a los que antepuso la polémica decisión del Gobierno de aumentar los sueldos de la planta política del Poder Ejecutivo hasta un 34 por ciento, “sin reproducir eso en los trabajadores”.

A ese panorama se suman las recientes marchas por seguridad y el paro docente que se llevó a cabo esta semana. También los cruces entre el gobierno de la provincia y los tribunales de Justicia y de Cuentas, que fuentes del ámbito político definen como “conflictos entre cabezas de poderes”.

La mirada camporista

En el análisis de La Cámpora, en tanto, las distancias entre CFK y el gobernador se amplían. “Coqui está en retirada. Por más que haga todo su esfuerzo en parecer un kirchnerista puro, nunca lo va a ser”. Palabras más, palabras menos, esa es la presunción en la agrupación K, donde ven al gobernador como representante de “un peronismo viejo que busca contenerlo todo, cuando el kirchnerismo no es así, porque se ubica en la centro izquierda del espectro político”.

En declaraciones a NOVA, desde la agrupación fundada por Máximo Kirchner aseguran que el mandatario provincial acepta a los jóvenes K en su provincia “sólo para quedar bien con Cristina”. En ese mismo sentido leyeron el apoyo de Capitanich a la Presidenta durante el conflicto con Hugo Moyano.

Pese a que valoran que el gobernador les haya otorgado la Dirección de Integración Escolar, que funciona bajo la órbita del Ministerio de Educación, los camporistas chaqueños lo ven “en retirada”. Por eso aseguran que, para lanzarse de lleno a su aventura presidencial, Capitanich se presentará en 2013 como candidato a senador nacional.

Pero el análisis es más complejo. Ante este portal, un camporista trazó el actual mapa de situación: “No va a ir a la oposición, porque ahí no hay nada. Moyano está mal visto por el electorado, y Mauricio Macri tiene un gobierno desastroso en la ciudad de Buenos Aires”. La conclusión no es auspiciosa para el futuro político del chaqueño: “No creemos que tenga salida por fuera del cristinismo, aunque sabemos que en 2015 no le van a dar nada”

Es que los camporistas repiten que, pese a sus esfuerzos cotidianos, Capitanich “no tiene encuadre en el cristinismo porque es un Chicago Boy”. Aunque la lectura es más amplia: “En las provincias quedaron muchos vestigios del peronismo conservador, y Coqui es un exponente más de eso”.

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