El nuevo recorrido de la histórica competencia le vino como anillo al dedo a la provincia del Chaco. No solo por lo trascendental en materia de turismo receptivo y posicionamiento a nivel mundial, sino también por el gran alivio que traerá al gobernador Domingo Peppo, que logrará desviar la atención y evitar que trasciendan la grave situación financiera en la que está inmersa la provincia.
El balance anual no es muy bueno. A pesar de haber pasado todo el año tirando flores a la gestión nacional, el gobernador no ha conseguido que lleguen las tan necesitas partidas que alivien el caos reinante en el territorio provincial.
A pesar de sus muy buenos reflejos, Mingo Peppo tiene la difícil tarea de cerrar el año con demasiados palos en las ruedas. Sin un presupuesto 2017 aprobado por la Legislatura, la llegada de un nuevo año se vivió con conflictos en áreas de vital importancia, como lo es Tesorería de la Provincia.
A esto hay que sumarle el fin de año repleto de protestas sociales que incluyeron hasta la toma del Banco Nación y un sin fin de cortes de calles que provocaron un malestar generalizado.
Teniendo en cuenta todo esto, lo mejor que le pudo haber pasado al Chaco es la llegada de la fiebre del Dakar. Desde hace días la atención se encuentra totalmente desviada hacia el Autódromo Yaco Guarnieri que espera la llegada de los competidores desde Asunción.
A esto se le sumó la gran habilidad del secretario General de la Gobernación, Horacio Rey, que montó un espectáculo de tres días en el Parque de la Democracia para que los chaqueños se empapen de Dakar y se olviden del tedioso fin de año que se vive.
Volviendo a la realidad financiera de la provincia, con Tesorería paralizada y con un guiño del Ejecutivo, las arcas estatales se encuentran en stand by. Balances, auditorías y cierres de ejercicios permiten un respiro que durará hasta el 15 de enero. A partir de esa fecha se tendrá que buscar la forma de reactivar el aparato financiero porque los proveedores, realmente muchos, presionarán con sus garras afiladas en busca de regularizar las deudas existentes generadas desde octubre o noviembre.
¿Sin presupuesto hasta marzo?
En los pasillos de la Legislatura se habla de una posible sesión extraordinaria para el mes de enero que permite la tan anhelada aprobación del Presupuesto 2017. Esto parece una utopía, ya que resulta muy poco probable que los señores diputados dejen de lado sus días de playa para venir a tratar un tema escabroso y que no tiene ningún tipo de consenso.
Estos rumores, instalados en los medios políticos por gente allegada al presidente de la bancada justicialista Hugo Sager, no son más que un globo de ensayo o una maniobra de distracción que se pretende instalar para no dejar al descubierto la falta de conducción y negociación que tuvo el ex intendente de Puerto Tirol para lograr el consenso necesario para aprobar dicha ley.
