Debemos recordar que el justicialismo venía de una situación muy crítica como partido, con derrotas muy contundentes y con una Alianza que gobernaba y que verdaderamente era aplastante en las elecciones.

En 1999 comenzamos a trabajar con Coqui, con quien ganamos una interna en el peronismo; fuimos a elecciones y tuvimos una contundente derrota. Nos tocó perder y volver a reiniciar el camino. En las elecciones legislativas del 2001 tampoco nos fue bien, pero logramos ocupar las bancas de diputados provinciales, y Coqui llegó al senado nacional. Ese año es parte de una etapa caótica de la historia argentina, era terrible lo que pasaba: cobrábamos en Quebrachos, los diputados nos habíamos achicado el sueldo y yo venía en colectivo desde Villa Ángela para las sesiones.

En 2003 mejoramos nuestra performance electoral pero no nos alcanzó: Roy Nikisch ganó las elecciones. Ese año también llegó Néstor Kirchner al gobierno nacional, con quien se empieza a dar un escenario distinto en la política nacional, y una recuperación fuerte del peronismo. Pero en Chaco seguíamos lejos, buscando alternativas para lograr ganar elecciones.

Es allí cuando Coqui decide ser candidato nuevamente, pero con una visión superadora, con una mirada amplia e integradora que convocó a distintas expresiones políticas. Es así que nació el Frente Chaco Merece Más, con quien, en 2007, finalmente, conseguimos la victoria y comenzamos un proceso de transformación histórica en la provincia.

Considero que la fortaleza del ganador es haber perdido. La derrota de muchos años nos dio experiencia y sabiduría para conformar este arco que integra a todos, de la izquierda a la derecha, y que dio grandes resultados que iniciaron esa noche maravillosa del 16 de septiembre de 2007, cuando con apenas 1100 votos Coqui Capitanich ganó las elecciones. Ese día, el Chaco comenzó a ponerse en línea con las políticas nacionales e inició la explosión de la provincia en materia de infraestructura, conquistas de derechos e inclusión.

Las derrotas fueron la fortaleza del FCHMM para lo que posteriormente se materializó en política. Se ganó porque Jorge Milton Capitanich supo transmitir lo que quería para el Chaco, y el FCHMM tuvo continuidad porque todos esos sueños se lograron materializar en la realidad.

Hoy, después de diez años, es larga la lista de logros que nos llena de orgullo como espacio político y de gestión. En cada rincón de la provincia podemos ver crecimiento y acciones concretas de un proyecto político que tiene aún el objetivo de dar más para el Chaco.

Es así que, en los momentos que atravesamos, pedimos a todos los dirigentes y militantes retomar la mística del FCHMM, entendiendo que las cosas se construyen con esfuerzo, sacrificio y sumando voluntades. Debemos tener en claro que el FCHMM es un espacio político que siempre va para adelante, que va mirando a lo lejos, que son sueños que vamos construyendo y haciendo realidad.

En diez años, fueron muchos los esfuerzos, y hoy debemos tener mayor compromiso quienes estamos en la conducción, para generar en todos los sectores las esperanzas de que vamos a estar mejor, de que vamos a trabajar por todos y que no es vano ser parte de este espacio político, que en definitiva busca el bien general de todos los chaqueños.

Hoy, son más de 20 partidos y agrupaciones políticas las que integran el FCHMM, pero bajo una mirada frentista, con apertura, integración y contención.

En estos diez años, hubo partidos que se fueron y otros que vinieron, pero el FCHMM nunca cambió sus objetivos, que son transformar la provincia en beneficio de la gente, defender los derechos, bregar por el federalismo, por mayores recursos y cambiar los paradigmas como lograr un Chaco industrial, algo que no era ni siquiera soñado, y Coqui lo comenzó a hacer.

Ahora avizoramos un nuevo paradigma que es el Chaco turístico. Es un desafío fuerte que comenzamos a transitar, y que sé que lo vamos a lograr porque cuando el peronismo se lo propone, contagia a la sociedad y es ésta la que lleva adelante las banderas de la transformación.

Somos parte de una fuerza política que se propuso objetivos, los cumplió y logró algo esencial para la sociedad: recuperar los sueños. El FCHMM es el motor de transformación, a través del cual los chaqueños empezamos a creer que podemos estar mejor, que tenemos una provincia con grandes virtudes, en donde podemos encontrar oportunidades para crecer.

Y este sigue siendo nuestro compromiso para el futuro: concretar las cosas que aún faltan, achicar las desigualdades e incluir a cada chaqueño. Para ello necesitamos de un proyecto político que gobierne para todos los sectores, que defienda los recursos provinciales y mantenga en alto los principios ideológicos del movimiento.

Hoy más que nunca, debemos mostrar unidad. Nuestro Frente Chaco Merece Más debe ser ejemplo a nivel nacional de que el peronismo unido, más la suma de partidos aliados, puede volver a ser opción para recuperar el gobierno nacional, y construir un gobierno que se ocupe por el más débil y por lograr igualdad de oportunidades para cada uno de los argentinos.