Llevaron a un paciente desde El Sauzalito hasta Juan José Castelli, pero después nada de supo de ellos. Pasaban las horas y crecía la desesperación. Pero finalmente llegó el alivio cuando el propio Garcés publicó un mensaje en redes sociales confirmando que lograron superar la adversidad: “Paleando solo 36 horas y sin ningún tipo de ayuda, pero salimos”, dijo el trabajador.

Más allá de que el mensaje llevó tranquilidad a toda la sociedad chaqueña y principalmente a sus familiares, el hecho tiene que ser un cimbronazo para las autoridades, tanto para el Ejecutivo chaqueño como para los municipios del interior profundo y también para organismos como Vialidad provincial.

La realidad de las rutas de la vasta región noroeste del Chaco es dramática. Atravesar esos caminos es una tarea titánica, mucho más cuando llueve. Y si bien en esta ocasión quedará como una anécdota de supervivencia, también existe la posibilidad de nuevos episodios que no terminen en hazaña si no hay una firme decisión de obras para transformar de una vez por todas la transitabilidad y la vida en El Impenetrable.