El predio está ubicado en avenida Soberanía en proximidades de calle 17 y pertenecía anteriormente a la empresa Transporte Urbano Gran Resistencia SRL. El caso llegó a manos del defensor por la queja de los vecinos que denunciaron ruidos molestos y “todo tipo de irregularidades y hechos violentos” a partir de la instalación del boliche. “Al recibir la denuncia actuamos en consecuencia pidiendo informes a la Municipalidad de Resistencia y ahí tomamos conocimiento del problema ambiental”, contó el ombudsman.

El riesgo oculto

La Secretaría de Obras Públicas del municipio notificó a la Defensoría del Pueblo que un inspector municipal se dirigió hasta el local bailable para controlar el lugar donde anteriormente funcionaba la empresa de transporte y constató que en el predio existen cuatro tanques de gasoil que fueron llenados solamente con agua con el objeto de dejarlos fuera de uso, además de encontrar que el espacio que ocupaba el surtidor quedó sellado únicamente con planchas metálicas atornilladas al concreto.

Al notar el peligro que implica que esos tanques estén en un área que concentra un gran número de personas, la Dirección General de Control de Usos del municipio solicitó un informe a la Dirección de Preservación del Medio Ambiente de esa dependencia, el cual aún no se dio a conocer. Sin embargo, al recibir la notificación el defensor decidió librar un oficio dirigido a la Subsecretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable para pedir que intervenga como organismo de aplicación de la Ley de Residuos Peligrosos, así como también solicitó al Juzgado de Faltas de la Provincia que actúe ante el riesgo potencial de contaminación ambiental al que quedó sometida la zona circundante.

“Anoche informamos a los vecinos sobre las actuaciones que llevamos adelante y volvieron a manifestar su preocupación por los riesgos que implica este local, además de brindarnos su apoyo para exigir a los funcionarios municipales y provinciales que se ocupen del problema”, contó Corregido.