Participó de los entrenamientos durante dos días, en el primero de ellos con pelota en un reducido y en el segundo un ensayo de fútbol formal en cancha de 11, donde le tocó entrar cuando faltaba un cuarto de hora para terminar el partido. Brian declaró que “entré faltando 15 minutos y desde mi punto de vista la rompí. Entré por un chico que tiene un contrato en primera división y en el primer córner hice un gol de cabeza a la esquina del palo”.

Con tan solo 18 años, afirma que se va muy contento con haber transitado esta experiencia y que espera en algún momento volver para cumplir su deseo de jugar en primera: “no tengo un club fijo como otros chicos que quieren jugar en Boca, yo quiero llegar y poder ponerme la celeste y blanca, ese es mi sueño”.

Brian comenzó su carrera jugando como lateral izquierdo y luego como volante en el mismo sector, pero con el correr del tiempo y por recomendación de su tío, probó con jugar en la delantera debido a su potencia y a partir de allí no largó más el puesto.

Llegó junto a su amigo, Mirko Kloster, quien también se probó en Gimnasia de La Plata, y ambos recorrieron la ciudad de la mano de las dos personas que les consiguieron esta oportunidad, por un lado el representante de jugadores Guillermo “Gallego” González, y por el otro lado Javier Franco quien impulsó esta iniciativa desde Chaco.

En cuanto a Miraflores y lo que le espera al volver, comentó que “en todo momento me escriben mis compañeros, mis familiares y yo les cuento cómo me va, me imagino que cuando vuelva vamos a comer un asado y charlar. Ellos están muy contentos de que hay venido, además me han recibido muy bien acá toda la gente. Guillermo González y su familia nos recibieron muy bien”.

Para finalizar y pensando en su futuro, Brian afirmó que “me gustaría que este año se me dé la oportunidad de quedarme en algún club para así después ver si puedo llegar a jugar profesionalmente, porque ya el año que viene se me va a complicar porque estoy pensando en estudiar”.