Comienza otro año para la caja de resonancia de la política de la provincia
El próximo viernes, con el discurso del gobernador de la provincia, se iniciará el 51º Periodo de Sesiones Ordinarias de la Cámara de Diputados que en este año electoral, será determinante para las aspiraciones de las dos principales fuerzas políticas que pisan fuertes en el Chaco: el justicialismo que gobierna hace 11 años y, el radicalismo reconvertido en macrismo, quien busca dar el batacazo y recalar nuevamente a la Casa de Gobierno.
El año estará bastante caliente dado que no sólo habrá disputa por pesados proyectos de ley, los cuales serán fundamentales para las aspiraciones de reelección de Domingo Peppo, sino también porque unos de los que será, sin dudas, protagonista esencial es Carim Antonio Peche, el hombre que gobernó la localidad de Sáenz Peña, durante muchos años, y que cuenta con la bendición del caudillo Ángel Rozas para disputarle la gobernación a un justicialismo que viene dulce desde 2007.
Lógicamente la misión primordial del peronismo legislativo será apuntalar un asedio constante contra el manifiesto candidato radical, lo que asegurará una seguidilla de enfrentamientos picantes a los que se tendrán que acostumbrar los pocos asiduos seguidores de las reuniones parlamentarias de los miércoles.
Si bien no hay ningún diputado opositor que sea contrincante directo de Peche, muchos aspiran a renovar la banca o intentar ganar en sus municipios de origen, por lo que seguramente se engancharán en las fervorosas discusiones que se convertirán en una vidriera política que se podría asemejar a un partido de fútbol de la Copa Libertadores.
También, todo dependerá de lo que suceda a nivel nacional con la posible reelección de Mauricio Macri. Con grandes chances de lograrlo, si el presidente se perfila de buena manera para los comicios nacionales seguramente Jorge “Coqui” Capitanich desistirá de pujar por un retorno seguro a la gobernación.
Ningún sector del peronismo, ni del círculo íntimo, ven al actual intendente capitalino poniéndose de rodillas ante el presidente de la Nación para mendigar fondos que le permitan poder sobrellevar su gestión. Muchos aseguran que, si no hay buenas probabilidades de tumbar al macrismo de la presidencia, es casi imposible que “Coqui” acceda a disputar la gobernación este año.
De esta manera, la Legislatura nuevamente tomaría importancia ya que sería el único bastión que quedaría por conquistar. Para asegurar los votos de Resistencia, Capitanich seguramente le exigirá a Peppo que le entregue la conducción de la Cámara de Diputados que maneja el gustavismo de muy buena manera desde 2015.
Obviamente, Gustavo Martínez desistiría de enfrentar a Coqui en una disputa electoral capitalina, lo que lógicamente dejará en claro que el objetivo nuevamente será retener la caja de la Legislatura por dos años más, por medio de una reelección de Elida Cuesta como diputada o, por una banca a la que podría acceder el propio Gustavito como carta que asegure la unidad dentro del peronismo chaqueño.
Lo cierto es que falta mucho para definir el futuro de las candidaturas, ya que el hermetismo nacional sin dudas dilatará la definición en el ámbito provincial.
