Esto rápidamente fue capitalizado por la oposición pseudo macrista, que se subió al caballo e hizo el caldo gordo a una disputa interna del peronismo que pretendía, solamente, desenmascarar a los distintos actores y dejar al descubierto los verdaderos intereses electorales en un año que será determinante.

Sin sentir la presión y dejando públicamente expuesto su supuesto enojo a través de los medios de comunicación, el intendente capitalino y su séquito de legisladores kirchneristas salieron con los tapones de punta para defender el actual sistema electoral que rige en la provincia y a fustigar la decisión tomada por el gobernador.

Nuevamente, el tema central era este movimiento político que para muchos no hacía más que responder a una estrategia electoral de Cambiemos a nivel nacional, para tomar control de provincias que hasta hace poco más de tres años respondían al régimen kirchnerista encabezado por Cristina Fernández.

Si bien la cantidad de electores en este distrito es insignificante a la hora de los bifes en una disputa nacional, lo que pretende el macrismo es evitar el triunfo de candidatos que responden a la ex presidenta y que se fomente una campaña mediática que vaticine una posible supremacía de la oposición en las distintas provincias.

Que si tiene despacho, que si no. Si hacen falta los dos tercios para su aprobación o solamente la mayoría simple. Estas cuestiones fueron las protagonistas durante una semana en la que no pasó nada, ya que la supuesta falta de consenso no hizo más que dilatar la definición para el próximo miércoles, donde el justicialismo solamente necesitará 17 votos para concretar la suspensión temporal de las PASO. Con ingreso y preferencia para la próxima sesión, el peppismo y el gustavismo ya tienen prácticamente asegurada la aprobación gracias al acuerdo con Carim Peche y la bancada radical. ¿Pero realmente esto tendrá alguna trascendencia?

Es un secreto a voces que en los próximos días se concretaría una reunión entre los tres caudillos peronistas (Capitanich, Peppo y Gustavo) y allí se llegaría a un acuerdo para evitar un conflicto interno que favorezca a la oposición provincial. Con el dato fuerte que el macrismo se quedaría en primera vuelta a nivel nacional, Capitanich ya sería número puesto para ir por un nuevo mandato como gobernador y esto sería por dentro del Justicialismo, no por medio de Unidad Ciudadana como se barajaba.

A Peppo no le quedaría otra más que resignarse a ocupar una banca de senador en el Congreso de la Nación para obtener los fueros tan necesarios luego de la ola de acusaciones por corrupción que recibió su gestión en los últimos dos años. Y Gustavo, que siempre encuentra la forma de quedar bien parado en todas las oportunidades, obtendría el tan necesitado apoyo de Coqui para ir en busca de la intendencia capitalina, que sería esta vez un objetivo accesible ante la desgastada imagen que tienen los candidatos de la oposición como Leandro Zdero y el resto de los laderos que tenía Aída Ayala.

Eso sí, esto último dependería pura y exclusivamente de que Capitanich no le suelte la mano a Gustavito y le desdoble las elecciones municipales, algo que lógicamente se constituiría en un certificado de defunción para el dirigente capitalino que ya está recontra lanzado y que ve esta oportunidad como una de las últimas disponibles para alcanzar su gran objetivo.

¿Y las PASO qué?

Seguramente el próximo miércoles se van a suspender, pero no para presionar a Capitanich y encender la mecha de una fuerte interna. Si no para evitar gastos innecesarios en un año financiero muy complicado en el que no sobran muchos fondos como para encarar una campaña política convencional.

Sería bastante el dinero que se ahorraría el Gobierno provincial al evitar, supuestamente por única vez, la realización de Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias. Ahora muchas personas se darán cuenta que todo lo que pasó en los últimos meses no era más que una meticulosa maniobra de distracción para que la opinión pública no repudie de manera efervescente la manipulación del sistema electoral actual.