La invitación

Respecto de los motivos que podría haber detrás de la invitación de la presidenta Cristina Fernández a Bacileff, el gobernador señaló: “Me preguntan 'usted qué va a hablar con la presidenta'. No sé, porque ella me llamó, me dijo quiero charlar algo, venite y hablamos. Bueno, voy. Pero supongamos que me dice 'cambiá la fecha'; no se puede hacer, y si así se pudiese, no lo voy a hacer. Ya es una decisión mía. Yo esto lo lamento y lo tengo que decir: la ley de obediencia debida se derogó ya hace rato”.

Además el gobernador dijo que ya había hablado sobre la fecha de anuncio de las PASO con Jorge Capitanich, inicialmente para el primero de febrero, y el 11 de octubre. “Cuando noté que no cumplía con lo que se exige para el padrón de los extranjeros, anuncié en esta fecha”.

“Esto se lo dije a Capitanich y él me pidió que le diera hasta diciembre. Le dije que en lo que respecta a las PASO provinciales no se tenía que preocupar: se viene diez días antes del cierre de las listas y quién le cuestiona en Chaco el cargo que quiera; nadie”.

“La gente se equivoca en el análisis, porque dicen: 'Si hay internas en el radicalismo, va a sacar más votos el peronismo; y se equivocan porque si hay internas en el radicalismo, que hoy sí las hay porque hay tres líneas que apoyan a candidatos fuertes, y tienen candidatos de peso ellos, tienen posibilidades de sacar muchos votos porque va a ser una interna reñida”.

“El Justicialismo hoy tiene tres o cuatro candidatos que no tiene líneas fuertes atrás. De las cinco personas que el otro día se reunieron, incluido el hermano del gobernador, no hay apoyo ni del coquismo ni del gustavismo. O sea que son -cómo los llamaría- 'solitarios', no tienen un apoyo institucional”.

La fórmula: “Coqui y yo”

“Corremos con ventaja a partir de marzo nosotros. Yo no sé qué piensan estos chicos que hacen conferencias de prensa. Desde marzo hasta septiembre tenemos para inaugurar un promedio de dos obras por día. Y va a estar el candidato, y va a estar Coqui y voy a estar yo”.

“Cuando le bajaron la candidatura del gobernador de Santiago del Estero (todos creen que el apellido, la historia no tienen nada que ver; cómo que no tienen nada que ver); dijeron 'pone a la señora, no la conoce nadie', y sacó más votos que el marido. ¿Por qué? Porque intensificaron la campaña”.

“Yo tengo una encuesta acá. Los que medimos en Resistencia igual que Aída, somos Coqui y yo. Somos los únicos que medimos igual que ella. Hay algunas diferencias en otras calificaciones pero en general medimos igual”.

“En el Interior, salvo Sáenz Peña, Charata, donde podemos andar medio flojos o parejos, el peronismo arrasa. Barranqueras siempre tiene un voto diferencial; la gente privilegia a su líder local, que es (Alicia) Azula, y nos vota a nosotros. Nos pasó en Sáenz Peña: ganó (Gerardo) Cipolini, pero ganamos nosotros las generales”.

Coqui es una máquina

“Me preguntan qué va a pasar. El jefe de Gabinete va a conducir la campaña el año que viene. Coqui es una máquina trabajando. A él nadie le discute eso. Aparte es una cuestión generacional: yo no quiero subir más a un avión, me quiero ir a la casa”.

“Tenemos dos internas abiertas, tenemos dos generales. ¿Qué va a pasar cuando venga la interna abierta para autoridades y presidente? Van a estar elegidos el gobernador, el vice, concejales, los diputados provinciales y 'se van a mandar al sobre los tipos', y ¿quién lo acompaña al candidato nacional? Va a tener que ser Coqui o yo”.

“Yo creo que Coqui va a venir de intendente, salvo que vuelva a reiterarme lo que me dijo hace cinco meses en un viaje que hicimos a Sáenz Peña: me pidió que yo sea el candidato a intendente de Resistencia porque de acuerdo a la encuesta que él manejaba yo le ganaba a todo el mundo”.

“Si Capitanich vuelve, vuelve después de octubre, después del Presupuesto, no ahora”.

“A mí me gustaría que el candidato a Intendente de Resistencia fuera él, por una cuestión generacional: él tiene cincuenta años y yo tengo sesenta y cinco. Hay tantos jóvenes que están empujando de atrás”.

“No hay que ser mesiánico. Cuando Coqui se fue a Buenos Aires yo escuchaba a las viudas de Capitanich: ''¡Y ahora qué va a pasar con las finanzas!'. No pasó nada, tenemos una provincia ordenada donde se pagan los sueldos, no se toca guita del Banco, bajamos la deuda flotante”.

“Yo no hablo en desmedro de Coqui, porque es el gran hacedor de las grandes obras que se hicieron acá y sigue gestionando. Pero yo tengo una conducta más austera. Acá vienen los intendentes y muchos se enojaron conmigo. Yo les dije: 'Miren muchachos, cuando tengan el día del pueblo vénganse tres meses antes y yo les doy un bingo; júntense la plata, no puedo estar dándoles seiscientos, setecientos mil pesos para festejar un día. Yo con eso construyo un jardín de infantes. Yo cuido los recursos, por eso la provincia está ordenada”.

Las diferencias existen

“Hay diferencias en los matrimonios, ¿no va a haber diferencias en una fórmula? Yo hablé con Capitanich en el tedeum del 9 de julio. La comunicación telefónica se cortó porque él cometió un error, y lo digo de buena fe: yo no voy a ir a internas contra Capitanich, ni Capitanich va a ir contra mí. Que se olvide la gente. Yo no voy a provocar el enfrentamiento en mi partido. Yo a Capitanich no le voy a hacer internas, y si de últimas no me gusta lo que hace él, y él conduce la línea interna a la que pertenezco, yo me voy a mi casa. El peronismo no puede prescindir ni de mí ni de Capitanich, esa es la realidad actual”.

“En aquel momento se dijo 'El presidente del partido tiene que ser el gobernador del Chaco'; Coqui me dijo 'no, el presidente del partido quiero ser yo'. Le dije 'Coqui, vos no vas a venir nunca y el partido necesita dinamismo'. 'Pero hay una cuestión territorial; yo estoy en Buenos Aires como presidente del partido, porque eso me da territorio, y el poder territorial pesa a nivel nacional'. Yo lo entendí, tenía razón, así que le dije: 'Perfecto, pero tratá de venir lo más posible, tratá de estar porque acá te necesitan como presidente del partido'. Y entonces ahí me dice 'Mirá, tengo un mensaje de la Presidenta: me dijo que vos vas a ser el Vicepresidente del partido a nivel nacional'. Le digo 'Coqui, por favor, ya sucedió en otras oportunidades que hicimos conferencias de prensa anunciando que yo era candidato a presidente y después vos pusiste a un menemista; yo lo que no quiero es que me manoseen; no anuncies eso, haceme el favor'. Él al otro día se va al partido -no voy yo- y lo anuncia. Salió en los medios locales y en los medios nacionales. Cuando llega el día de la elección a mí me llama un amigo político de alto vuelo y me dice: 'Mirá, yo estoy acá con el chueco Mazzón; me está informando que te están sacando esa candidatura y se la dan a Coqui'. 'Bueno, Coqui me dará la explicación si eso es así'. No me llamó por teléfono para decirme por qué ocurrió eso; llama a la semana la secretaria pidiendo unas cosas que él se venía para el Chaco y yo, por supuesto, lo mandé a... a Ushuaia”.

“Ahí se cortó el diálogo. Lo vi el 9 de Julio en el tedeum. Ese fue el último diálogo que tuvimos”.

“Pero Coqui no sólo se olvida de las diferencias: hasta se olvida de los agravios. Que se le grabe a los peronistas: él va a conducir el proceso electoral; no yo: él lo va a conducir”.