En ausencia Jorge Capitanich, el vicegobernador de Chaco, Juan Carlos Bacileff Ivanoff, dejó sin efecto un decreto de designación del ministro de Educación, Francisco Romero, pero no se quedó ahí: invitó al mandatario a llamar a una consulta popular para echarlo de su cargo si es que le molesta su decisión.
"Yo dije en un diario que si el estilo mío molesta al estilo del gobernador, yo estaba dispuesto a someterme a la voluntad popular. Que se llame a un plebiscito, que se hace en treinta días, y si la población entiende que me tengo que ir", desafió en una rueda de prensa, convocada para anunciar su decisión de echar a Romero.
En 2008, a sólo un año de asumir, se atrevió a firmar a un memorándum para ordenar al entonces ministro de Gobierno, Jorge Alcántara, "abstenerse de intervenir en actos de gobierno" mientras él se encontrara transitoriamente a cargo del Ejecutivo.
Y en diciembre del año pasado ordenó reprimir una manifestación de la Unión del Personal Civil de la Provincia (UPCP), que terminó con una veintena de estatales heridos y gremialistas detenidos.
En ese momento Capitanich, que había avalado su continuidad como vice, sostuvo que había que cambiar la ley de acefalía para no dejarle la firma a su vice. "Es un tema que tiene que ver con la regulación adecuada de la acefalía de carácter transitorio" y sostuvo que "es algo que tendremos que ir resolviendo con el transcurso del tiempo".
Bacileff Ivanoff no tiene reparos en seguir haciendo la suya y ahora echó a Romero, recientemente designado por Capitanich.
"Yo ya lo había advertido: yo había dicho cuando salió la primera noticia, que en medio de la conferencia de prensa, y por lo que yo había expresado, el ministro emitió un comunicado donde proponía medidas para solucionar el tema de educación, y aparece en esta página, lean el título: 'Reducir el gasto anual de 400 millones, en concepto de licencia, a menos de cien millones'",
Como si nada, Ivanoff relató que conversó con Capitanich sobre este tema y le dijo "Espero que procedas", y el gobernador le respondió: "Bueno, no; levantalo en peso".
"Uno no puede jugar a blanco y negro; siempre hay grises, por más que yo había dicho que estaba faltando a la verdad, que se tenía que ir (por Romero), le comuniqué al gobernador que yo había dado por terminado este tema".
"Esto no es pedantería, pero quien conoce mucho de derecho electoral y constitucional soy yo: yo soy abogado. Y la Constitución dice que cuando no está el gobernador, el pleno ejercicio de las funciones le corresponde exclusivamente a quien queda a cargo. No estoy enojado, estoy dolido porque veo que después de cinco años los funcionarios no entienden", cerró.
