La Provincia
Estado deplorable

Alerta por la grave situación del Hospital Perrando

El centro asistencial más grande de la Provincia, en total abandono. (Foto: NOVA)

El estado actual del Hospital Perrando de la Ciudad de Resistencia –el centro asistencial más grande de la Provincia– es lamentable. Así lo constató el defensor del Pueblo, Gustavo Corregido, en una recorrida por las salas de Maternidad, Neonatología y la Central de Materiales.

Corregido también se entrevistó con los empleados de área, quienes transmitieron las principales problemáticas y los riesgos que corren diariamente los pacientes y trabajadores.

Pudo percibir la falta de personal e insumos, pero mas allá de eso, cualquier persona que recorra el Hospital puede advertir esta lamentable situación: mujeres embarazadas doloridas amontonándose en los pasillos, a punto de dar a luz, sin ser atendidas, bebés hacinados en terapia intensiva sin recibir siquiera la nutrición que necesitan para sobrevivir.

Por otro lado, vio salas nuevas llenas de incubadoras sin utilizarse por falta de profesionales, equipos de anestesia remendados con cinta aisladora, baños clausurados, huecos y goteras en los techos y tres médicos que atienden más de 100 pacientes por día.

Según empleadas cuyos nombres se resguardan, allí se trabaja “a cama caliente”, es decir termina un parto, se controlan las condiciones mínimas del bebé y la mamá, y se libera la cama para que ingrese otra parturienta que probablemente esté aguantando dolorida en el pasillo de la Maternidad.

“Muchas veces tenemos a las embarazadas sentadas en sillas de rueda, haciendo fila, esperando que se libere alguna cama” expresaron.

Además indicaron que no hay camas para los pacientes, Pero también faltan insumos y cuando hacen los reclamos a las autoridades reciben como respuesta que “no hay, que nos arreglemos”. Asimismo escasean desde los diferentes hilos para sutura, hasta pervinox y agua oxigenada, como también otros insumos para el quirófano.

“En muchas oportunidades se les hace comprar a los pacientes y si tenés que entubarlos y tenés un tubo corrugado, con el tiempo se deteriora y se rompe, acá lo arreglamos con cinta adhesiva, exponiéndonos al riesgo de la pérdida de anestesia que inhalarla todos los que están en el quirófano”, señalaron.

Si la situación en la Maternidad resulta preocupante y difícil de asimilar, los relatos en el área de Neonatología del Perrando dejan sin aliento. Bebés hacinados en incubadoras y sin nutrición parenteral contrastan con salas nuevas llenas de incubadoras sin utilizarse por falta de profesionales.

“En lugar de tener 14 pacientes, tenemos 16 o más. No es lo correcto, porque por normas de seguridad, debe haber un espacio mínimo de un metro entre incubadora e incubadora y nosotros tenemos el respirador de una al lado del ventilador de la otra. Esto aumenta los riesgos de virus intrahospitalarios y pone en riesgo a los pacientes”, avisó una de las médicas.

Pero todavía más increíble resulta que mientras los niños están amontonados y en riesgo, a metros de allí está la “Neo 3”, una sala inaugurada en 2015 con “bombos y platillos” por el gobierno anterior y que está llena de incubadoras vacías, pero que no puede utilizar por la falta de médicos. Así se encuentra hoy por hoy, la grave situación del Hospital Perrando.

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