Como era de esperarse, la semana culminó con el faltazo de Jorge Capitanich a la reunión entre los intendentes de todo el país con el presidente Mauricio Macri. En la previa, el cruce entre el actual intendente de Resistencia y la ahora funcionaria nacional Aída Ayala fue tomando temperatura con los calientes pases de factura que realizaron mediáticamente.
Ambos dirigentes política tienen distintas ópticas con respecto a la realidad que viven los municipios del interior del país. Mientras que desde el PRO gobernante hablan de un reconocimiento histórico a las comunas que no se vivió en las últimas décadas, para Capitanich este encuentro no es más que una puesta en escena para que el Presidente de la Nación baje línea y juegue con la desesperación de los jefes comunales. El ex jefe de Gabinete kirchnerista insiste en que la Nación no atenderá las urgentes demandas de los municipios y continuará con su plan de recorte de fondos por medio de un Presupuesto 2017 que solo beneficiará a los distritos afines a la Casa Rosada.
Lo único positivo para el peronismo chaqueño, que gobierna no solo la provincia sino también Resistencia, es que luego de varios meses Peppo y Capitanich están de acuerdo con una cosa. El Chaco se verá directamente afectado en el reparto de fondos coparticipables, ya que los $4.000 millones destinados constituyen un 30% menos de las asignaciones recibidas durante este año en curso. Queda claro que es medida de la Presidencia no es más que una represalia a una provincia que siempre fue fiel al kirchnerismo gobernante de los últimos años y que está muy lejos de los conceptos de reconocimiento histórico que plantea Macri y su marioneta chaqueña, la ex intendenta capitalina Aída Máxima Ayala.
Más allá de eso, es claro que para la funcionaria chaqueña este escenario se constituye en una venganza política por el ninguneo recibido por la gestión K durante sus últimos dos mandatos como intendenta capitalina. Lo que no se da cuenta que el principal perjudicado será el pueblo chaqueño que se quedará sin la conclusión y ejecución de obras públicas fundamentales que podrían mejorar su calidad de vida. Obviamente que no es algo que dependa de ella, ya que no posee el poder suficiente para revertir una decisión como esta.
Zimmerman a la cabeza
Desde hace semanas NOVA venía planteando la pasividad de la oposición chaqueña. El responsable del Plan Belgrano para el NEA, Víctor Zimmermann, parece haber cogido el guante y reforzó sus apariciones en los medios respondiendo a cualquier crítica hacia el gobierno nacional del que ahora forma parte. El dirigente chaqueño, que forma parte del radicalismo macrista, aprovecha cualquier micrófono para defender las actuales políticas nacionales y fustigar al kirchnerismo haciéndole responsable del actual desastre.
Si bien su discurso para muchos se constituye en un absurdo por su pasado rozista en el que la provincia quedó casi en ruinas, vale la pena rescatar que por lo menos cumple con su rol de opositor en la provincia y brinda cierta resistencia al peronismo gobernante.
