Panorama Político Chaqueño
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Con apoyo del coquismo y luego de varios años, la UCR ganó una batalla en la Legislatura

De cuarta. Lejos de comportarse como una legisladora y descargándose por haber perdido la presidencia de la Legislatura, Claudia Panzardi mostró la hilacha y repartió insultos para todo el mundo. (Dibujo: NOVA)

Si hay algo que nadie podía haber vaticinado era que el devaluado radicalismo podría ganar una dura batalla en la Cámara de Diputados.

Luego de tres años de total supremacía en donde el Gustavismo marcaba la cancha en favor del gobernador Domingo Peppo, el pasado miércoles se vivió una sesión anecdótica en donde la vieja escuela radical torció el brazo del peronismo oficialista y logró ponerle un freno al proyecto de ley de reforma del sistema electoral chaqueño en medio de un escándalo sin desperdicios en el que hubo insultos, corridas y hasta reiterados pedidos de cuarto intermedio en donde pasó de todo.

De esta manera, el interbloque Cambiemos liderado por Carim Peche le hizo el caldo gordo a un victorioso Jorge Capitanich que no estaba de acuerdo con la implementación de las conocidas colectoras en las próximas elecciones provinciales. La abanderada del coquismo fue nada más y nada menos que una exaltada Claudia Panzardi, que totalmente desbordada, defendió a capa y espada las directivas del intendente capitalino y a puros insultos y gritos logró amedrentar a varios diputados peronistas que literalmente no sabía si quedarse o salir corriendo del recinto de sesiones. Celular en mano, desafiante y totalmente fuera de sus casillas, la ex jefa comunal de Laguna Blanca cargó duramente contra los diputados de la ex Corriente de Expresión Peronista que abandonaron sus bancas ante el inminente operativo del radicalismo que no tenía vuelta atrás.

La bancada opositora, que jugó de manera excepcional sus cartas, logró torcer el brazo de la presidenta de la Legislatura para que no se apruebe la polémica reforma electoral pedida por el gobernador. Es por eso que no faltaron las burlas, pases de factura y hasta festejos, como si se tratara de un triunfo electoral en las generales. En los pasillos, esta hazaña legislativa fue festejada por muchos y generó caras de preocupación en una conducción legislativa que no podía creer lo que había pasado.

El oportunismo y la traición fueron las protagonistas que seguramente marcarán un antes y un después en el futuro de las decisiones que tome el oficialismo de ahora en más. Quedó bien claro que no resultará nada fácil lograr la aprobación de iniciativas legislativas vitales para el Ejecutivo provincial, tal como quedó demostrado también por la dura negativa que dilató la aprobación de los proyectos de endeudamiento planteados por Peppo para afrontar la dura emergencia hídrica que azota al Chaco.

Seguramente la búsqueda de los consensos de ahora en más tendrá a otros interlocutores que deberán pulir sus mecanismos para generar ese tan deseado acuerdo. O también, simplemente, saldrá mucho más caro llegar a los acuerdos necesarios para garantizar la gobernabilidad en un año electoral que se tornó muy difícil para el peronismo dividido del Chaco.

Y el gran ganador que ni siquiera dio la cara y disfruta a puras carcajadas desde la intimidad, es Jorge Capitanich que supo mover correctamente sus piezas y lograr captar la atención de una necesitada oposición que vive gracias al protagonismo que le genera la interna justicialista.

El primer objetivo del coquismo fue cumplido, no habrá colectoras y estará habilitado el uso de tecnología para la emisión de los sufragios. Ahora solo falta que el gobernador Peppo anuncie el calendario electoral y se comience a trabajar con fechas certeras para ir por la tan ansiada gobernación.

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