Interior
El Centro Mandela mediará en la cuestión

Los Wichi solicitan una reunión con Peppo por las guardias armadas en su territorio

Las “guardias comunitarias Wichi” apuntan a controlar el propio territorio, incluso intentaron replicar el formato que existe en Resistencia.

Los caciques Wichi de El Impenetrable pidieron reunirse con el gobernador, Domingo Peppo, para tratar la polémica cuestión de las guardias comunitarias en los territorios bajo control indígena en las localidades de Nueva Pompeya y El Sauzalito. Los representantes aborígenes solicitaron al centro de estudios Nelson Mandela, que lleva años trabajando en la zona, que actúe como “observador” del encuentro.

“Seguimos desde noviembre este movimiento; tenemos preocupación por la etapa a la que ya se llegó y por la forma en que se expresaron en los comunicados. Debe quedar en claro que los Wichi son pacíficos y quieren defenderse del narcotráfico y del saqueo de recursos naturales”, dijo Rolando Núñez, coordinador del Centro Mandela.

Con estas “guardias comunitarias”, los Wichi apuntan a controlar el propio territorio; incluso intentaron replicar el formato que existe en Resistencia. Con el paso de las semanas, fueron incorporando la ropa de fajina militar que compran en la frontera con Bolivia y comenzaron a redactar comunicados con un lenguaje castrense que llamó la atención incluso de quienes conocen a los referentes de las comunidades indígenas.

Distintas fuentes sostienen que se intuye que “detrás” de esta iniciativa polémica hay “algunos blancos” que buscan aprovecharse de los Wichi. De todos modos, por prudencia (o temor), prefieren no dar más detalles. Núñez asegura que conoce “desde hace años” a la mayoría de los jóvenes que integran la guardia: “Todos están mal nutridos y con enfermedades endémicas, por lo que los entrenamientos son cortos ya que no tienen reservas de energía para nada”.

No hay ningún marco legal que permita a estas guardias comunitarias portar armas. La ordenanza que se sancionó en El Sauzalito no permite la portación de armas ni tampoco que las tareas de patrullaje se realicen fuera del territorio Wichi (la Gran Reserva, tierras entregadas a las poblaciones por la provincia, que suman 150.000 hectáreas sobre las 450.000 de El Impenetrable, donde se creó la guardia “Whasek Wichi del Chaco”.

Aunque esa entidad se siente respaldada por la ordenanza dictada por el Concejo Municipal de El Sauzalito, desde el gobierno aseguraron que se establecieron los límites que tiene su eventual actuación. El ministro de Seguridad, Daniel Chorvat, dijo hace unos días que la norma comunal les permite “realizar tareas con poder de policía municipal, como en el tránsito, inspección de comercio y bromatología, pero no usar la fuerza ni portar armas”. Atribuyó a un “error conceptual” que los grupos sumaran armas de fuego. Con respecto a la intervención en las escuelas, sostuvo que es legítima “siempre y cuando sea de aporte ciudadano”.

Núñez planteó que le da “tranquilidad” que el ministro se maneje “con diálogo y serenidad” y admitió que ya les señaló a los caciques Wichi que “deben revisar lo actuado, porque cometieron errores”. Entre ellos incluyó los comunicados que “reflejan (voluntaria o involuntariamente) una estructura supuestamente militar” que derivaron en el “resurgir” de actitudes “discriminatorias y racistas de las poblaciones criollas y gringas” (descendientes europeos).

La Fiscalía Multifueros, a cargo de Mirtha Raquel Bejarano, se reunió con la guardia de Nueva Pompeya y labraron un acta que remarca la prohibición del uso de armamento y de los controles vehiculares que hacían los Wichi. Núñez insiste: “En las comunidades operan algunos ‘blancos’ que influyen; hay un avance de la dirigencia política y religiosa -el 99 por ciento de los originarios son evangélicos de distintas líneas-. Ellos no se organizaron para cometer actos de violencia ni para superar los límites de sus tierras; en los diálogos que hemos mantenido empiezan a tomar conciencia de que el poder de policía es del Estado y sólo del Estado. Los jóvenes que se suman es porque no tienen futuro, no tienen proyecto de vida; pueden estar incentivados por la promesa de un trabajo”.

No duda en definir a los aborígenes como “un producto extraordinario para políticos, dirigentes, pastores”. Precisó: “Ese es un mundo lleno de filibusteros. Hay mucha asistencia humanitaria nacional, provincial, internacional y no estatal que llega a El Impenetrable, pero es el ‘triángulo de las Bermudas’, con un formato de clientelismo que nada tiene que ver con el de Buenos Aires, por ejemplo”.

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