Durante su relato, indicó que los conflictos se profundizaron después de que ella decidió separarse. La joven comentó que tomó esa decisión porque notó que el hombre comenzó a tener actitudes violentas.

Sin embargo, al tiempo ponerle punto final a la relación empezó a recibir mensajes agresivos, desde distintos perfiles de Facebook, los cuales determinó que eran perfiles faltos. Es por eso que decidió realizar la denuncia en Delitos Informáticos, área perteneciente a la Policía de la provincia.

Sin embargo, la muchacha asegura que “la respuesta fue negativa”, dado que le dijeron que no podían hacer nada “porque los perfiles se eliminaban apenas enviado el mensaje”.

Pasado el tiempo, su ex dejó de hostigarla de forma virtual y empezó a seguirla a todos los lugares donde ella frecuentaba. Motivo por el cual, sus hermanas, amigas y, hasta su padre, comenzaron a acompañarla a todos lados, dado que ella no se animaba a estar sola.

Daiana intentó con una nueva denuncia

Invadida por el miedo y la angustia, la joven se presentó en la Comisaría de la Mujer, donde la derivaron a un Juzgado. Allí abrieron una causa y cinco meses después consiguió una orden de restricción de acercamiento.

Pese a ésto, su ex siguió perturbándola. “Hasta ese momento él nunca intentó hacerme daño físico. Pero después violó dos veces la restricción, se quedaba en la esquina de mi casa esperándome”, expresó la muchacha.

Por último, indicó que hace poco cuando iba acompañado por su novio, el ex los vio y se le acercó y le dijo que en poco tiempo se volvería a ver.

“Creo que esto ya supera todos los límites", advirtió la joven, al tiempo que indicó: "Él puede tardar dos segundos en matarme y la Justicia tardó siete meses en darme una respuesta".

Por su parte, Javier Muniz, padre de la joven, también utilizó sus redes sociales para compartir la historia de su hija y pedir ayuda. "No voy a dejar que me la maten", sentenció.