Este medio llamó a diez comercios y empresas de diferentes rubros para consultar que decisión tomarían si sus empleadas solicitaran igual trato que en el sector público: la respuesta fue contundente y unánime “de darse autorización se descontarían la totalidad de los días no trabajados” y de ninguna manera 8 días y mucho menos costear sus gastos, pidieron reserva del nombre de las firmas.

Hace muy pocos días el INSSSEP sufrió un embargo judicial porque no pagó los costos del tratamiento de Francisca, la niña de 4 años que padece una cardiopatía congénita y debe operarse en los Estados Unidos. Para ella no hay dinero y para la diversión de empleadas de la obra social, que tienen derechos laborales, pero de ninguna manera libertinaje y jolgorio a costa del aporte de los afiliados, que en definitiva son los dueños y “accionistas” de la obra social.

En definitiva, ningún gobernador hasta el día de hoy se animó a poner límites a la joda y mal gasto sin escrúpulos de los fondos del INSSSEP (costeados con los descuentos de los salarios de los afiliados y no de Mariel Gerzel o del resto del Directorio) como pagar los viajes de los empleados de la Obra Social a los encuentros deportivos de Mar del Plata, vales para la carnicería, viajes de verano y otros beneficios que ya dejaron de ser derechos de los trabajadores para convertirse en privilegios del sindicato y sus afiliados costeados con la sangre de los afiliados de la obra social más grande y más deficitaria de la provincia del Chaco.

Qué bueno sería que el Directorio del INSSSEP y toda la conducción del Sindicato, encabezado por Zulema Verón de Coria, demuestren que dieron igual trato a sus trabajadoras domiciliarias financiando sus viajes y con goce de haberes. ¿Se animarán?