En el medio, con episodios novelescos y hasta escándalos públicos de por medio, la colaboración de supuestos informantes anónimos, comenzaron las pesquisas sobre Rey, su esposa Susana Fernández (secretaria privada de Peppo), su cuñado Ismael Fernández(chofer reconvertido a funcionario), así como por su compañero de aventuras pesqueras Roberto Lugo, subsecretario de Comercio del Chaco.

Los detalles son ya de público conocimiento, pero lo que resulta raro es poder comprender que sucedió en el medio como para que un peso pesado del actual Gobierno se encuentre investigado y al parecer, con pruebas contundentes que demostrarían su culpabilidad. Más allá que se hable de 50 o 60 millones, ahora lo importante es poder lograr que la opinión pública chaqueña vuelva a tener credibilidad de la actual gestión provincial, sin prejuicios y con plena confianza en el gobernador Peppo.

A pesar de estar manchado indirectamente, el mandatario provincial hizo lo que tenía que hacer: separar a los supuestos implicados, poniendo a disposición toda su colaboración para facilitar la investigación y abrir una riesgosa jugada con la oposición para crear una oficina anticorrupción que evite nuevos escándalos en el Gobierno provincial.

Pero ojo, esta novela no perjudica solo al gobernador, sino a todo el justicialismo y sus aliados que ya venían golpeados tras las elecciones del año pasado y que ya veían cuesta arriba la campaña del 2019 frente a un aluvión de Cambiemos que va en busca de todo. Por algo y de manera casi obvio, desde el entorno de Gustavo Martínez y la Corriente de Expresión Peronista, con buen tino, se decidió suspender el Congreso del Partido Justicialista que se iba a realizar en Machagai este sábado.

Aprovechando la travesía política de Jorge Capitanich en San Luís y utilizando excusas tontas que no cree ningún militante peronista, el cónclave peronista se diluyó como el poder efímero que hasta hace poco menos de un mes tenía el ex secretario General de la Gobernación.

Hay muchos que piensan que este oscuro episodio se constituyó en una catástrofe para todo el Frente Chaco Merece Más. Así como muchos, cumpas o no cumpas, también piensan que forma parte de una feroz interna peronista que viene creciendo con el correr de los meses y que se asemeja a lo que sucedió con el radicalismo chaqueño en 2006 y 2007, cuando el montenegrino arrebató la gobernación a Ángel Rozas por apenas 1032 votos.

Cualquier semejanza es pura casualidad, pero de todas formas deja bien en claro que la política atraviesa procesos cíclicos que son inevitables. Inevitables como la avaricia de hombres y mujeres que utilizan la política y el legado de Perón para llenarse los bolsillos sin ni siquiera preocuparse por destruir grandes proyectos políticos que sirvieron para transformar la realidad de todo un pueblo chaqueño.