En la disputa interna en Convergencia Social (Radicalismo) junto a Víctor Zimmermann por quien sería el candidato a gobernador en el 2019 hace un par de semanas, a la firme convicción de que es posible y tiene la seguridad que al peronismo se le puede ganar a pesar de no contar con los recursos que estos disponen, Peche se encuentra en su mejor momento, y quiere gobernar una provincia que hace 10 años está en manos de aquellos.

Dejando huellas

La militancia es el arma más importante con la que cuenta este radical de cuna, nacido y criado en la ciudad termal. En este contexto, en el que se hace cada día más difícil llegar a las personas con el valor de la palabra, éste sigue apostando a ello.

Hace un poco más de un mes, ante medios provinciales, decía: “Tenemos que tomar una decisión y actuar con la base del esfuerzo, trabajo, sacrificio y honestidad. Si no tiramos todos en el mismo sentido, es muy difícil”. Y además, aseguró: “Hay que hacer una convocatoria muy amplia, y cuando digo esto me refiero a todos los sectores de la sociedad”, y también “recuperar la cultura del trabajo y el esfuerzo”.

Carim Peche asumió la responsabilidad como precandidato a gobernador del Chaco, en un marco difícil para su partido y Cambiemos en el contexto que atraviesa el país, pero también hay que tener en cuenta los hechos de corrupción que ocurrieron en la provincia, y que han salpicado a gran parte del entorno del actual gobernador. Muchos de los intendentes peronistas en megacausas de presuntos delitos de lavado de activos lo favorecen pero no aseguran en absoluto que el electorado se incline hacia él.

Quedan muchas batallas por librar hasta que sepamos quien va a ser el próximo gobernador de la provincia, y no quedan dudas, Carim las está dando desde el llano.