Si bien la supremacía que tiene el peronismo en la provincia se encuentra solidificada y cumplirá 10 años dentro de un par de meses, existen algunos factores que la podrían poner en peligro.

Son de público conocimiento las disputas internas que existen entre los caudillos peronistas y el choque de egos que se genera a la hora de tomar importantes decisiones. El gran problema nace en los múltiples roles que cada uno piensa que tiene.

Por un lado, Domingo Peppo hace pesar su chapa de gobernador de la provincia y su triunfo electoral en las últimas PASO de junio. Algo que quiere replicar el próximo 23 de julio para seguir afianzando su supuesto liderazgo.

Por el otro, está el dirigente capitalino Gustavo Martínez, militante con territorio y gran poderío político gracias a la gran cantidad de organismos públicos que controla y que le permiten manejar una ostentosa caja. “Gustavito”, como lo conocen, se jacta de ser el responsable de haber logrado que el ex Intendente de Villa Ángela haya llegado a la Gobernación, por lo que también exige protagonismo y presiona cuando puede.

Y por último está Jorge Capitanich, la gallina de los huevos de oro que posee el caudal de votos y que es muy bien visto por la ciudadanía gracias a sus ocho años en Casa de Gobierno y la austera pero correcta gestión de casi dos años en el Municipio capitalino.

Con los resultados que arrojen los próximos comicios se podrá conocer la verdad y quedará al descubierto quién es el que manda en el oficialismo. Lo que sí, el “Coqui”, que había hecho la plancha en junio, ahora está caminando intensamente la capital junto al gobernador, algo que sin dudas facilitará la obtención de un triunfo el 23.

Ensalada opositora

El frente opositor aliado a Mauricio Macri tampoco atraviesa una etapa de felicidad y perfección. Las viejas disputas entre Convergencia Social y el sector de Aída Ayala siguen vigentes, aunque actualmente parezca que no pasa nada. No hay que olvidar que para el armado de las listas hubo serios inconvenientes que provocaron un quiebre interno con dirigentes de peso que fueron por fuera y abandonaron la lista apoyada por la Casa Rosada.

Leandro Zdero sigue con una tibia campaña proselitista y sin utilizar el perfil agresivo que permitió pelearle voto a voto la intendencia a Capitanich hace dos años.

Sin tanta agresividad y con pocas denuncias, el delfín de Ayala optó por un perfil más bajo y militante, recorriendo barrios de Resistencia y alguna que otra localidad del interior. El conflicto por la suspensión de las pensiones para discapacitados le jugó en contra y lo obligó a esconderse para no ser el blanco de críticas.

Fiel a su estilo, el que sí no pierde la oportunidad de fustigar al Ejecutivo provincial es el candidato a primer diputado provincial Carim Peche, que no deja pasar una para golpear insistente a quien sea. El claro ejemplo fue en el último debate obligatorio en la Casa de las Culturas, en el que el ex Intendente de Sáenz Peña sorprendió a todos dejando plantados a sus rivales frente a las cámaras de televisión con un previo discurso agresivo contra el Gobierno provincial.

Las cartas están echadas y faltan menos de diez días para saber qué fuerza política queda mejor parada para el 2019. Ahora la decisión la tendrán los chaqueños que por medio de las urnas elegirán una propuesta para que los representen en la Legislatura provincial.