Política
Rumbo a las Elecciones 2017

Ambiente político enrarecido: radicales sin banderas y peronistas sin planes de contingencia

Hermetismo en el sector político de cara a las Elecciones 2017.

Durante los años 90’, el entonces gobernador Ángel Rozas, afirmaba al Chaco como una provincia que se oponía al liberalismo en sintonía con Raúl Alfonsín, ambos autodefinidos como “social demócratas”. Y así logró salvar a las empresas del Estado provincial SECHEEP y SAMEEP y a la obra social INSSSEP de la privatización que exigía Carlos Menem, como presidente de los argentinos y otros dirigentes justicialistas chaqueños como Jorge Capitanich.

Hoy las banderas de aquellos radicales han sido arriadas y hasta enterradas o escondidas porque el presidente Mauricio Macri, no solamente ejecuta políticas más neoliberales que en los 90´, sino que viene con medidas salvajes y sin medir consecuencias sociales. Todo esto acotado a los tarifazos y a la importación sin cupos ni límites como las que existen en los países donde se producen esos productos.

Por otra parte, algunas áreas del gobierno provincial parecen un cuartel de bomberos, actúan sobre el incendio ya declarado, porque no fueron capaces de prevenir ni tomar medidas para evitarlo siendo ellas muy predecibles: las mismas recetas económicas del menemismo y con consecuencias muy similares, por lo tanto hasta un estudiante del segundo año de ciencias económicas las podría predecir.

El año pasado, el gobierno de Domingo Peppo tomó medidas anticíclicas para intentar reducir el impacto negativo de la política económica aplicada por el gobierno de Mauricio Macri, el esfuerzo tuvo su costo: el endeudamiento para poder sostener -sobre todo- un aumento para los empleados estatales por sobre el índice inflacionario.

Pero la cartera del gobierno provincial responsable de la Industria y del trabajo no tuvo los reflejos e idoneidad suficiente para prever varias olas de despedidos que sobrevendrían a la industria textil. Actuó sobre la problemática y estas medidas coyunturales en el contexto de crisis no sirven para casi nada. Lo que está ocurriendo en el sector textil en todo el país era evidenciable, previsible, una profecía autocumplida.

Pero en el Chaco duele más: ¿de qué sirvió todo el esfuerzo que hizo el Estado chaqueño -es decir que lo pagamos todos los ciudadanos que vivimos en esta bendita provincia- para financiar la radicación de la industria textil y por primera vez en la historia de esta provincia algodonera cerrar la cadena productiva: desde la siembra del algodón hasta su confección?

¿Y los intendentes justicialistas? El poder de reacción está bien guardado al parecer, la vieja Liga de intendentes justicialistas durante los gobiernos de Ángel Rozas, aunque disminuida en su cantidad y peso electoral, era más combativa, solidaria y organizada.

Frente al claro obstáculo que ofrece una pobre oposición, sin ideas en la legislatura y que se niega a aprobar un endeudamiento cuando hasta el gobierno nacional se ha endeudado por más de 50.000 millones de dólares en apenas un año de gestión, los intendentes justicialistas no se han manifestado ni siquiera emitido opinión personal frente a la nafta que está esparciendo Cambiemos sobre el financiamiento del gobierno de Domingo Peppo.

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