Judiciales y Policiales
Deberán olvidarse de los tatuajes

Quieren "corregir irregularidades en el aseo, pulcritud y presencia" de los policías chaqueños

La decisión fue tomada por el jefe de la fuerza Ariel Acuña. Los uniformados deberán olvidarse también de los aritos, expansores y piercings en partes corporales visibles.

Este miércoles 23 toda la fuerza policial provincial se notificó del Radiograma 56.093 mediante el cual se prohíbe a los agentes tener "tatuajes visibles" y además dan seis meses para borrarlos a los que los tienen.

La tajante decisión fue tomada por Ariel Acuña, jefe de la Policía, y está dirigida a todo el cuerpo de seguridad. Acuña advierte que “se viene observando con marcada notoriedad y frecuencia irregularidades en el aseo, pulcritud y presencia policial, que en su conjunto implican una imagen deslegitimada de la institución frente a las expectativas de la sociedad”.

El comisario general comunicó de esa forma a sus subordinados que “se han dirimido políticas institucionales a fin de evitar el ingreso a las filas policiales de ciudadanos que tengan tatuajes en lugares visibles con el uso del Uniforme Policial de Verano, teniendo primordial a aquellos que contengan significados lesivos a la Policía, a las instituciones democráticas, a la ética y la dignidad humana”.

Y cuestionó: “Se constata con asiduidad que el personal en actividad tanto femenino como masculino, una vez egresados se efectúan tatuajes en su cuerpo de manera visible con el uniforme policial de verano, desplegándose una conducta ilógica y contradictoria al espíritu que se prevé al momento de la capacitación”.

Con esos argumentos, Acuña busca comulgar una “uniformidad” que estará conectada “a la identidad”. Así, esta exigencia no queda solo traducida a la prolijidad del uniforme y a la prohibición de los tatuajes, sino que además exige a todos los agentes a que acudan a la peluquería.

El jefe de la Policía del Chaco, que en estos momentos está sorteando un grave caso de narcopolicías en Villa Ángela y Santa Sylvina, quiere que el resto de los uniformados se “ajusten al decoro y principios” institucionales y los manda a la peluquería y les pide “una longitud del cabello permisible”.

Los policías chaqueños deberán olvidarse también de los aritos, expansores y piercing en partes corporales visibles, “que en su conjunto hacen a la pulcritud”, indica el documento redactado y firmado por Acuña.

Sin tatuajes

Volviendo al punto que hizo rebalsar el vaso, Acuña prohíbió la realización de los tatuajes ya sea “permanentes o corporales” y más aquellos que “sean visibles con el uso del uniforme de verano ubicados en manos, antebrazos, cuello, rostro cabeza y miembros inferiores, como así también grabados o dibujos que afecten el decoro o tengan carácter obsceno o cualquier otro procedimiento invasivo sobre la piel”.

Indicó que los que tengan tatuajes en esas zonas tienen un plazo de seis meses para borrarlos “previa intervención de una comisión médica policial”. Si los tatuajes no pudieran “borrarse” los agentes en el caluroso verano chaqueño deberán estar vestidos con ropa que le cubra el cuerpo tatuado.

En la última parte, Acuña marcó que “los jefes directos serán los responsables del cumplimiento de esta orden general”. Y deberá identificar en una planilla a cada agente que esté tatuado, la cantidad de tatuajes que posee y dónde, pero además las característica del dibujo y bien detallado. Este relevamiento será una tarea mensual que deberán cumplir de ahora en más los Jefes de Unidades Policiales.

Y les dió el poder de aplicar “correctivos disciplinarios” en el caso de que algún agente tergiverse los lineamientos fijados.

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