Panorama Político Chaqueño
Panorama semanal

Dura interna en un radicalismo que no tiene horizonte

Livio Gutiérrez, Irene Dumrauf y Roy Nikisch. Los radicales, lejos de ponerse de acuerdo. (Dibujo: NOVA)

Muchos pensaban que con el triunfo de la alianza política conducida por Mauricio Macri el radicalismo chaqueño iba a resurgir de las tinieblas luego del duro golpe electoral del 2015.

Los acertados acuerdos proselitistas con el PRO y hasta la designación de dirigentes locales en el Gobierno nacional, se convertían en el escenario ideal para comenzar a reconstruir la oposición. Esta primavera con vientos de cambio se fue diluyendo con el correr de los meses y la oposición local en la actualidad pasó a ser un verdadero cotolengo.

Con el triunfo de Peppo en la gobernación y con el fin de la monarquía de Aída Ayala en Resistencia la oposición quedó prácticamente desfinanciada y resistiendo desde la Legislatura provincial. Tras la asunción de la ex intendenta capitalina en la subsecretaria de Asuntos Municipales de la Nación y ya sin deudas políticas, el Presidente decidió cambiar de referente en el Chaco y pasó a levantar la imagen de dirigentes jóvenes como Bruno Cipolini.

A esto se le sumó el desplazamiento que sufrió Ángel Rozas en el Congreso así como el permanente ninguneo presidencia y de su gabinete hacia las tradicionales figuras del radicalismo local. Esto, obviamente, provocó un quiebre interno que hoy por hoy atraviesa una dura etapa de enfrentamientos y pase de facturas.

Un claro ejemplo fue lo sucedido esta semana en la Legislatura provincial donde nuevamente fracasó una sesión legislativa, pero esta vez por un desacuerdo en la oposición que no pudo consensuar el nombre del diputado que ocuparía un lugar en Comité Provincial Contra la Tortura. Esta actitud provocó que se genere un repudio público de entidades y organismos de derechos humanos, ya que vencen los mandatos de los miembros actuales por lo que el organismo quedará en una virtual situación de acefalía.

Lo que resulta raro que con el actual panorama que vive el peronismo del Chaco desde la oposición no puedan apreciar la oportunidad que tiene el radicalismo chaqueño para recobrar espacios y reposicionarse de cara a las elecciones venideras.

El choque de liderazgos de Peppo, Capitanich y Martínez sin dudas provocará una disputa que dejará caídos en el campo de batalla y que facilitará el trabajo de la oposición. ¿No resulta raro que en el radicalismo no haya acuerdo? ¿Solo es una lucha caprichosa en la repartija de migajas o existen factores externos que generan estas diferencias insalvables en el radicalismo?

La oposición tendrá que comenzar a jugar en serio y dejar atrás peleas infantiles dentro del recinto legislativo. Caso contrario, se avizora un nuevo triunfo peronista en la Legislativas del año que viene que hundirá aún más a un oposición ficticia que pasa por su peor momento.

Flashback chaqueño

En el Chaco ya se vivió un proceso similar de una oposición ficticia que no servía para nada. Durante el inicio del segundo mandato de Ángel Rozas en 1999, el peronismo vivió un una situación parecida a la del radicalismo en estas épocas.

Tras perder la intendencia de Resistencia y finalizar el mandato de Rafael González, el peronismo chaqueño no tuvo otra opción más que refugiarse con algunos cargos nacionales en la entonces gestión de Carlos Menem y sufrir en la Legislatura provincial.

Allí comenzaron las disputas internas y celos que llevaron a un quiebre dentro del PJ. En esa época eran moneda corriente las duras elecciones internas y operativos temerarios que permitieron una hegemonía radical que recién pudo ser destronada ocho años después y por una insignificante diferencia de mil votos. ¿Alguien se acordará de esto o se volverá a repetir la historia pero con diferentes actores y sede partidaria? Ya lo sabremos...

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