Una clase política que no está a la altura de las circunstancias
Esta semana culmina con un escenario político y social complicado en la provincia. Con movilizaciones y piquetes en ascenso, acompañado por el malestar general de la población por inconvenientes generados por las lluvias debido a la pésima infraestructura de la ciudad, el panorama de esta semana no es para nada alentador. Menos si se tiene en cuenta que la clase política cada vez está más pintada y los representantes elegidos por el pueblo se encuentran muy lejos de las promesas que hicieron en campaña.
Se reiteran los reclamos por el incremento excesivo del costo de vida. Las tarifas siguen creciendo desmedidamente. Caen las cooperativas y los despidos ya comienzan a ser moneda corriente en el Chaco. Todos estos temas tendrían que estar en el tapete legislativo y los señores diputados opositores no tuvieron mejor elección que pegarse un faltazo a la sesión del pasado miércoles para asistir y actuar de manera obsecuente con un funcionario de cuarta línea en el gobierno macrista como lo es Carlos Mac Allister, secretario de Deportes de la Nación.
Cuando la presidenta del Poder Legislativo Lidia Cuesta, acompañado por apenas cuatro o cinco diputados tuvo que dar por caída la última sesión por el faltazo unánime del bloque radical, todos pensamos que se debía a algún cruce político por temas importantes en la labor parlamentaria. No, al parecer el motivo era nada más ni nada menos el desespero de los radicales macristas por presenciar la entrega de migajas por parte del colorado ex futbolista.
Hay que destacar la impresentable actitud de algunos legisladores peronistas, que dejando al descubierto sus amplias ganas de trabajar, en vez de asistir al recinto y habilitar el quórum para tratar por lo menos algunos temas, se adhirieron de manera solidaria al faltazo multitudinario de sus pares de la contra. Un verdadero papelón. En los últimos meses se ha notado un cambio de imagen en la Legislatura con iniciativas innovadoras y de apertura con la sociedad. Pero realmente es una lástima que algunos diputados no se encuentren a la altura de las circunstancias y permitan lograr ese cambio de imagen que se pretende.
Lluvia insignificante para algunos
Resistencia sufrió el miércoles una de las tormentas más fuertes de los últimos tiempos, con fuertes ráfagas de viento y mucha agua caída. El nuevo paladín municipal de Resistencia, Jorge Capitanich, intentó camuflar la falta de obras estructurales de infraestructura con una recorrida en medio de los rayos para apaciguar a la gente. La misma culminó en un canal de televisión abierta donde aseguró que en la ciudad no había pasado nada y estaba todo controlado, mientras que en las redes sociales se reiteraban las fotos y denuncias de árboles caídos, calles anegadas y descontrol general.
Ahora la gran pregunta que uno se hace es: ¿Hasta cuanto Capitanich podrá tapar la falta de presupuesto con shows mediáticos para la tribuna? Evidentemente esta postura en contra del Gobierno nacional, a la que se suma una pésima relación con Domingo Peppo en la provincia, realmente es muy contaminante para el Municipio capitalino que se encuentra en el medio de una disputa política que lo tiene como rehén. Ya han pasado 10 meses de gestión y las promesas de campaña ni se avizoran y todo esto podría provocar un debacle institucional el año próximo, justo en medio de un año netamente electoral.
