Política
Panorama semanal

En el Chaco ya está todo dicho…

Jorge Capitanich y Daniel Scioli arrasan en la provincia (Dibujo: NOVA).

Solo restan 7 días para las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) y en la provincia la tendencia está casi definida a favor del kirchnerismo. A pesar del desfile de precandidatos que conforman el arco opositor, las encuestas encargadas por el oficialismo confirman lo que dijo NOVA semanas atrás: Chaco sigue siendo un bastión justicialista y se espera una amplia victoria de la fórmula Scioli-Zannini.

El acto en el barrio Toba de la semana pasada fue una muestra de que el Frente para la Victoria quiere repetir un contundente triunfo como en elecciones pasadas. El caudal de votos chaqueños no influye para nada en los resultados nacionales, pero la amplia brecha que viene sacando Capitanich en toda elección provincial desde 2011 hasta la fecha se constituye en un nuevo golpe mediático que el kirchnerismo busca lograr.

En los últimos días –como era de esperarse- recién salieron a la calle los ignotos precandidatos a diputados nacionales chaqueños. Esto no se debe a ninguna razón especial, sino a que la tranquilidad existente en el frente opositor provocó una especie de relax. El que si se encargó de apuntalar a cualquier precandidato para las PASO nacionales fueron Capitanich, Peppo y Martínez, quiénes en todo acto de gestión se encargaron de ratificar que el hombre mejor capacitado para continuar con el proyecto kirchnerista iniciado en 2003 es Daniel Scioli.

Blanqueo de Ayala

La desesperación que tiene la oposición para tratar de levantar los números registrados en los últimos sondeos llevó a Aída Ayala a tirar por la borda el apoyo recibido de distintos precandidatos nacionales contrarios a CFK. Sin importar las visitas de Macri, Massa y compañía, la candidata a gobernador eligió volver a las bases en busca del voto radical puro en el Chaco y manifestó que Sánz es la mejor alternativa para el 9 de agosto.

Desde el entorno de la intendenta capitalina filtraron que esta fuerte y reiterada campaña mediática agresiva hacia Capitanich trata de lograr aumentar un poco los bajos números opositores. Tal es así que Zdero y dirigentes municipales de poca monta son los encargado de castigar al mandatario provincial con lo que sea. Ayala no se prende y solo se dedica a las típicas promesas de campaña que el electorado sabe que no va a cumplir por su ideología política y por los 12 años de gestión municipal en donde no ejecutó ninguna de las ideas propuestas para lograr el 20 de septiembre llegar a la gobernación.

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