En esa oportunidad, funcionarios judiciales repudiaron que algunos medios de comunicación den por sentado que se trataba de Claudia Franco, como tituló Primera Línea en su portada del lunes, y hasta la misma Policía del Chaco retiró de su sitio oficial la identificación de la mujer y prefirió apelar a mencionarla en potencial.

Más allá de la incertidumbre oficial sobre la identidad del cadáver hallado, la fiscal imputó por "supuesto homicidio”, al boxeador Enzo Orellana, expareja de Franco y único detenido en la causa.

Pero, teniendo en cuenta esto, la identificación fehaciente de la víctima no es la novedad más trascendente del caso, sino el secuestro de una pistola Bersa, calibre 22, arma que se resume que fue utilizada para asesinar a la mujer. En el mismo allanamiento se secuestró también un automóvil al que se le practican idénticas pericias que a los dos vehículos secuestrados anteriormente.

Para los peritos, Claudia Vanesa Franco fue asesinada de un disparo, luego arrollada con un vehículo, incinerada utilizando gasoil, y finalmente sus despojos fueron descartados en un descampado donde finalmente se hallaron el domingo 3 de mayo.