El primer inconveniente se genera en la terminal de Resistencia, ya que la empresa –la única que sale por la tarde al interior- solo dispone de un solo coche para cubrir el servicio que pasa por Sáenz Peña, Tres Isletas y Juan José Castelli. Una odisea para conseguir pasajes, por lo que la empresa hasta vende tickets sin asientos en el servicio común. Esto significa que los usuarios pagan $121 para viajar hasta el portal de El Impenetrable de pié o sentados en los pasillos, por más de 4 horas.

Ni siquiera la empresa La Termal respeta las normativas vigentes de pases libre para personas discapacitadas y con carné habilitante, a las que no solo se les cobra el pasaje sino que la hacen viajar en los pasillos sin importar el estado de salud o edad.

Realmente la Dirección de Transporte de la provincia o la Comisión Nacional Reguladora del Transporte (CNRT) debería tomar cartas en el asunto y actuar ante esta situación que diariamente afecta a cientos de pasajeros que no tienen otra que recurrir a esta pésima empresa.