Interior
Castelli

Una mujer se encadenó en el Tribunal de Justicia porque su ex pareja no le permite ver a su hija

La madre de la menor encadenada en el Tribunal de Castelli, reclama ver a su hija de 5 años que está con el padre.

Por Javier Insaurralde, corresponsal de NOVA en Castelli

El pasado lunes, una joven madre se encadenó en las rejas del edificio del poder judicial de Juan José Castelli, reclamando la tenencia o al menos el régimen de tenencia compartida o visita a su hija que se encuentra con su padre y este se niega a que ella la vea, pero ya cansada de las presentaciones y chicaneos de abogados y distintos estamentos, decidió encadenarse en la puerta de acceso al Tribunal de justicia. Decidida a no levantarse hasta no tener una respuesta y poder ver a la niña.

Desde NOVA fue entrevistada, la abogada de Zulma (la madre encadenada) quien dijo: “En el día de la fecha una joven madre Z. R. A. decidió encadenarse a las rejas del edificio de tribunales, exigiendo respuestas inmediatas en cuanto a la tenencia de su hija de 5 años a quien no ve desde hace más de un mes. Es una de las tantas víctimas de violencia de género y de violencia institucional.”

La magistrada detalla: “En 2011 decidió separarse del padre de su hija mayor, debido a las constantes agresiones físicas y psicológicas que sufría. El acoso continuó después de la separación. Realizó denuncias por violencia de género, pero nunca obtuvo una respuesta; todas quedaron durmiendo en la Comisaría de Tres Isletas, la primera de ellas se elevó al Juzgado de Paz de dicha Localidad un año después de ser radicada”.

“En busca de soluciones a sus problemas decidió viajar a Bs. As. Para encontrar un trabajo. Ninguna de las instituciones a las concurrió, para que le explicaran como suplir la falta de autorización paterna para viajar con la niña, le brindó información adecuada (incumplimiento de las Reglas de Brasilia sobre Acceso a la Justicia)”.

Llegó a la Corte Suprema

Con un trámite que tal vez no era el adecuado, pero que sirve a los fines de demostrar la buena fe con la que actuó esta joven madre, de poca instrucción y muy escasos recursos, realizó el ansiado viaje en búsqueda de una vida mejor. Una vez allí, comenzó a recibir amenazas del padre de su hija, con mucho temor y preguntando aquí y allá llegó a la Oficina de Violencia Doméstica de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, quien dictó una prohibición de acercamiento en protección de la denunciante.

Unos meses después fue notificada de que debía comparecer ante el Juzgado del Menor de Castelli, a los fines de restablecer el contacto paterno filial; razones de salud le impedían hace el viaje, porque ella estaba esperando a su segunda hija y atravesaba un embarazo de alto riesgo. En la Comisaría de Pilar, Bs. As., presentó el certificado médico que justificaba su incomparecencia; pero el mismo llegó demasiado tarde al Juzgado de Familia de Castelli, cuando la Sra. jueza ya había ordenado la medida de Tenencia Provisoria a favor del progenitor; quien mediante un exhorto judicial trajo a su hija, en ese momento de 3 años de edad, a vivir con él a la ciudad de Tres Isletas.

Zulma junto a su esposo y su pequeña hija de un mes de vida, abandonaron lo poco que tenían en Bs. As. y se radicaron en Castelli para estar cerca de su hija y con la esperanza de que se le reintegre la tenencia de la niña. Lo cual hace más de dos años continúa esperando.

La situación llegó a su límite cuando por demoras judiciales y chicanas por parte del progenitor se interrumpe abruptamente el régimen de contacto provisorio del que “gozaban” Zulma y su hija, de viernes a domingos fines de semana de por medio.

Hoy hace casi meses que no ve a su hija, el progenitor manifiesta que sólo con una orden judicial que así lo ordene accederá a las visitas. Tampoco tuvo contacto telefónico en esta última semana, y el que tuvo anteriormente fue muy escaso y siempre bajo la vigilancia del padre de la niña.

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