Interior
Barranqueras

El colmo: La policía de Azula funciona con trabajadores precarizados y sin la cobertura adecuada

Como sucede en otras dependencias, la precariedad laboral es algo común en la Policía de Barraqueras.

Nuevamente se hicieron públicos cuestionamientos a la administración municipal de Alicia Azula en Barranqueras. A los reclamos realizados por el pésimo servicio de recolección de residuos y la inutilidad de la planta de tratamiento habilitada hace meses, ahora se suman cuestionamientos en otro de los servicios brindados por la comuna a los vecinos.

Un grupo de trabajadores de la Guardia Urbana Metropolitana de Barranqueras explicó que se encuentran contratados de manera precaria, sin la cobertura social y de salud correspondiente. Además denunciaron públicamente a directivos y autoridades municipales por maltrato y hostigamiento laboral y maltrato, dejando expuesto un inminente conflicto en la ciudad portuaria.

Por medio de declaraciones en medios radiales, los trabajadores municipales aseguraron que sufren persecuciones y amenazas por estar afiliados a otros partidos políticos y a distintos credos religiosos. Los integrantes de la Guardia Urbana que sufren estos acosos ya hicieron numerosas denuncias al respecto ante la Secretaría de Derechos Humanos, en las cuales responsabilizan a tres directivos: el director de la Guardia Municipal Darío García Rey, el jefe de Turno Jorge Ramón Delgado y el jefe de Operativo Pablo Martinota.

Este grupo, liderado por el agente Lucas Monzón, explicaron radialmente que diariamente sufren por parte de los jefes y directivos, amenazas con respecto de la continuidad de los contratos laborales que se deben renovar cada 3 o 6 meses. Por este motivo, hacen responsable a la intendenta Alicia Azula por la precariedad laboral en la que se encuentran.

Con respecto a las irregularidades contractuales, los trabajadores explicaron que ponen en riesgo su vida al actuar para combatir el delito y no tienen el respaldo correspondiente. “No sabemos el respaldo legal que tenemos, nunca se nos dio un estatuto, no sabemos hasta dónde podemos llegar, qué podemos realizar y realmente estamos preocupados por esta irregularidad. No tenemos cobertura por riesgo de vida. La Guardia Urbana intervino en más de 600 casos y siempre estamos expuestos a todo tipo de situaciones, detuvimos gente con tumberas y armas de fuego”, aseguró Monzón.

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