Un nuevo fin de semana arriba y la provincia se encuentra expectante de recibir turistas y visitantes. El Instituto de Turismo acerca una nueva propuesta ideal para toda la familia en esta primavera que recién está empezando y promete días a pleno sol.
Llegamos y el olor es inconfundible…sólo minutos después el misterio se devela: tortas fritas, pastelitos, pan casero y ese exquisito mate cocido que despide el aroma que nos atrapó desde un principio.
No tardamos en sentarnos a la mesa con Don Sendo, hombre corpulento de sombrero y bombacha que no aparenta los años que tiene y “rompe el hielo” contándonos que esa estancia era de su padre, primer juez de paz del pueblo, lo que le valió numerosos reconocimientos. “Lo que nosotros queremos es que el que viene conozca cómo vivimos y se lleve lo mejor de la naturaleza”, confiesa.
Ya adentrados en pleno campo, pasamos por la huerta y el establo para llegar a un descampado donde nos esperan “Petiso”, “Chocolate” y “Negro” caballos que nos llevan a recorrer un hermoso paisaje donde vamos conociendo plantas y árboles típicos de la zona. Durante el recorrido cruzamos a unas escurridizas liebres que apenas permiten ver sus movimientos. A medida que vamos avanzando, Don Sendo nos explica la utilidad de cada planta y para qué la utilizan durante su vida cotidiana. Por el camino nos animamos a probar algún fruto silvestre que nuestro guía asegura es rico en vitaminas para la piel.
Volvemos un poco acalorados por el hermoso sol radiante que nos acompañó durante todo el recorrido pero ya nos están esperando unos ricos jugos naturales con frutas y hierbas recién cosechadas. A lo lejos, en la parrilla se está asando una exquisita carne que disfrutaremos con mandiocas hervidas y fritas. Para empezar no faltan las empanadas fritas que salen bien calientes de la olla negra.
Satisfechos por el almuerzo y la hermosa charla compartida, nos vamos para el establo donde Don Sendo nos muestra cómo ordeña a “Rosita”. Mientras lo hace, nos cuenta que produce cinco litros de leche a diario, que es disfrutada por todos los vecinos. Alimentar a los gansos y a los cabritos recién nacidos es un plan irresistible para los más chicos que no dudan en aceptar la invitación a hacerlo.
Llega la tarde y después de unos ricos mates, es hora de regresar. Nos despedimos prometiendo volver y nuestros amables anfitriones nos regalan dulce de mamón, mermelada de naranja y un queso casero con excelente propaganda de la dueña de casa. Seguramente nuestra próxima visita no tardará en llegar, ya que hemos pasado una hermosa jornada al aire libre.
Más información
Quienes deseen conocer los servicios de Turismo Rural brindados en la provincia deben ingresar a www.chaco.travel.
